Quienes somos madres y padres lo sabemos. La marcha de nuestros hijos e hijas de casa es un momento tan deseado como temido, pero en todo caso inevitable. Sin embargo, cabría preguntarse algo… ¿Están suficientemente preparados/as para ello?
La edad de emancipación en nuestro país ronda los 30 años, muy por debajo de la media europea. Y es que no hay nada como vivir con mamá y papá… ¿O sí? Es nuestra tarea ayudar a crecer a nuestros hijos en todos los sentidos y prepararlos para cuando abandonen el nido.
Una de las herramientas más poderosas que podemos y debemos utilizar es proporcionarles una educación financiera sólida con la que puedan desenvolverse solos/as cuando ya no vivan con nosotros.
Seguro que os preguntaréis… ¿Tan importante es eso de la educación financiera? Pues yo diría que no sólo es importante, sino que es crucial. Y esa educación empieza en casa, con nosotros como ejemplo.
Tanto ellos como ellas probablemente harán un “copy-past” de nuestros hábitos financieros y eso en muchos casos puede ser un problema.
Una inmensa mayoría de la población no controla del todo sus finanzas pese a que ahora contamos con muchas más herramientas de control y planificación financiera que hace unos años. Pero siempre hay una excusa: “los números no son lo mío”, “no tengo tiempo de hacer cálculos”, “ahora no puedo mirar papeles del banco”, etc…
Sin embargo, servir de ejemplo a nuestros hijos en lo que a temas económicos se refiere es mucho más fácil de lo que pensamos. Basta con que seamos capaces de generar en nosotros mismos una serie de sencillos hábitos que rápidamente serán absorbidos por nuestros “cachorros”.
¿Cómo puedo hacerlo? Ahí van unos cuantos ejemplos que pueden ayudarte a inculcarles esa “culturilla financiera” que tan bien les vendrá cuando se emancipen:
- Incúlcales la cultura del esfuerzo. Que aprendan a ganar su propio dinero para sus gastos haciendo algún trabajillo extra: cuidando niños, haciendo de animador/a, trabajando como socorrista en verano… Existen innumerables ofertas para jóvenes. De esta manera aprenderán a apreciar el dinero y aquello que consigan les sabrá mucho mejor.
- Invítalos/as a que os acompañen al súper. Involúcralos en la compra de comida, enséñales a aprovechar las ofertas del día, los cupones de descuento. Así cuando vayan a hacer su propia compra lo tendrán en cuenta y evitarán malgastar en cosas innecesarias que no van a consumir.
- Hazles ver que alquilar o compartir una vivienda no es un drama. Ya tendrán tiempo de comprarse una si es eso lo que quieren realmente. En España destinamos un 78% de nuestros ahorros a la compra de una vivienda. Y es que tenemos un concepto de la posesión muy arraigado. Sin embargo, una vivienda no es una inversión si no se rentabiliza. La mayoría de nosotros/as lo vemos como un activo cuando en realidad es un pasivo porque saca dinero de nuestros bolsillos (la temida cuota de la hipoteca).
- Enséñales a tener una relación sana con su dinero. Al fin y al cabo, el dinero es un medio para conseguir aquello que realmente quieres. Si sabes planificar y organizar bien tu “money”, podrás generar ahorro para destinarlo a lo que te apetezca sin remordimientos.
Eso que cantaban Los Ronaldos de “Adiós papá, adiós mama, consíguenos un poco de dinero más” no es la mejor opción para nuestros hijos. Si les damos unas bases financieras sólidas, no nos van a necesitar y ese es el mejor regalo que podemos hacerles.