Esta semana leía que el miedo a perder el control del dinero estaba acelerando desde la banca central, la llegada de las divisas digitales públicas.
Si algo ha puesto de manifiesto esta pandemia, ha sido que el uso del dinero físico está agonizando. Cada vez tiramos más de tarjeta o de apps para efectuar pagos online y ver un billete de 100 euros circulando por ahí se convierte en algo excepcional.
Con tanto virus en el ambiente 'nos da cosilla' tocar el dinero y que éste pase de mano en mano. El uso cada vez más frecuente de otras formas de pago en detrimento del dinero físico ha obligado a la banca central a 'ponerse las pilas' con el tema de las divisas digitales por miedo a perder el control del dinero.
Ese miedo es un sistema de alarma de nuestro cerebro que se activa ante una amenaza: si nos paraliza o nos bloquea, estamos muertos/as. La otra opción es hacer algo, actuar. Y esa es precisamente la opción elegida por los bancos centrales.
Además del cambio en las formas de pago, hay otra amenaza que pese a sus altibajos va escalando posiciones: las criptomonedas como el archiconocido bitcoin. Es un mercado arriesgado pero que llama poderosamente la atención.
Continuamente nos ponen cebos de gente que se ha hecho millonaria gracias a sus inversiones en esta moneda virtual… Mucho ojo con esto porque precisamente debido a esos altibajos en sus cotizaciones, puedes llegar a perderlo todo.
Pues bien, ante esas amenazas y sobre todo por ese miedo a perder el control y ser desplazados del sistema monetario, los bancos centrales han decidido pisar a fondo el acelerador y empezar a experimentar en el campo de las divisas digitales.
Esta misma semana, el Banco de Japón (cómo no, tenían que ser los asiáticos…) inicia sus pruebas con el yen digital. El Banco Popular de China también se apunta y en Europa, para variar, aún se está estudiando cómo y cuándo se empezará a probar el euro digital.
Es sólo cuestión de tiempo, pero llegará y lo hará porque se trata de una evolución natural: todo cambia, incluso la manera en la que pagamos.
¿Qué pretenden los bancos centrales con esta divisa digital?
- Garantizar el acceso de la mayoría de los 'mortales' al dinero del banco central ante un uso cada vez menor del dinero físico.
- Afirmar su soberanía monetaria frente a iniciativas del sector privado. Basta poner el ejemplo de Facebook y sus stablecoins como la LIBRA o el DIEM. Se trata de criptomonedas diseñadas para ser más estables que otras como el bitcoin que van escalando posiciones.
- Mantener la estabilidad financiera.
A finales de los 80, Trent Reznor, líder de la banda de rock industrial Nine Inch Nails cantaba eso de 'Prefiero morir antes que darte el control'. Pues eso: ¡Muerte al dinero físico! ¡Bienvenidas divisas digitales públicas! Todo sea por conservar el control de la economía…