LG Energy Solution Co, SK Innovation Co y Samsung SDI Co serán actores clave, impulsando la inversión en investigación y desarrollo y producción de baterías.
El plan consiste principalmente en incentivos a las empresas por sus inversiones en I+D para ayudarlas a convertirse en líderes mundiales en el mercado de baterías, convirtiendo a la industria en una parte fundamental de la economía coreana, según un comunicado oficial del gobierno la semana pasada.
Corea del Sur tiene algunos de los mayores fabricantes de baterías para vehículos eléctricos del mundo, que ya representan un tercio del mercado mundial en los primeros cinco meses de este año. Además, estas empresas se están expandiendo y ampliando sus instalaciones en el extranjero para satisfacer la creciente demanda de vehículos eléctricos. Su capacidad de producción casi se cuadruplicó a 217 GWh en 2020 desde 59 GWh en 2016.
LG Energy Solution, el segundo mayor productor mundial de baterías de iones de litio para vehículos eléctricos, anunció sus planes de construir un centro de tecnología de baterías y recursos humanos mediante la inversión de más de 13.000 millones de dólares en Corea del Sur para 2030. Por su parte, Samsung SDI, que busca desarrollar fábricas en Estados Unidos, invertirá casi 8.000 millones de dólares en proyectos de I+D e instalaciones de este tipo de baterías en Corea. SK Innovation tiene previsto invertir 15.500 millones de dólares en investigación de baterías secundarias e instalaciones hasta 2025, tanto en Corea del Sur como en el extranjero, con el objetivo de convertirse en uno de los tres principales actores internacionales en la producción de baterías.
Este esfuerzo de Corea es comprensible, pues el país cuenta con un know-how que le confiere una posición privilegiada a nivel global en un mercado que se espera aumente a unos 352.000 millones de dólares en 2030, desde los 46.000 millones del año pasado.
La administración del presidente Moon Jae-in también pretende apoyar a las empresas que desarrollen productos de nueva generación, incluidas las baterías de estado sólido, algo que todavía está en desarrollo pero que se espera que sea más eficiente y económica que las actuales baterías de iones de litio. Para ello, el gobierno destinará unos 270 millones de dólares a pequeñas y medianas empresas dedicados a fortalecer su capacidad para proporcionar materiales y componentes para la fabricación de baterías. El gobierno, las instituciones financieras y los tres fabricantes líderes de baterías contribuirán al fondo. Corea del Sur también planea desarrollar su industria de baterías usadas y proporcionará apoyo fiscal.
De esta forma, las baterías se designarán como tecnología de estrategia nacional, lo que proporciona a sus productores un derecho de hasta un 50% de crédito fiscal en I+D y hasta un 20% en la inversión en instalaciones.
Corea del Sur se unió a China y Japón el año pasado para establecer una fecha límite para convertirse en carbono neutral para 2050.