jueves. 25.04.2024

Un proyecto europeo en el que participa el CEBAS-CSIC, denominado 'Life Olea Regenera', ha creado un biofertilizante orgánico de cultivos mediante el procesamiento del 'alperujo', un residuo obtenido durante la extracción del aceite de oliva.

 

El almacenamiento del alperujo en las almazaras supone un grave problema medioambiental por la elevada concentración de elementos tóxicos que contiene, según ha relatado a Efe la oriolana María García Martí, doctora en Bioquímica por la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM) y quien desde hace 5 años trabaja en el CEBAS. "Este biofertilizante orgánico de cultivos provoca un menor impacto de la agricultura en el medio ambiente, favoreciendo así a la economía circular y al residuo cero", ha añadido.

 

Para García Martí, participar en este proyecto europeo supone un reto "puesto que es el único instrumento financiero de la Unión Europea que tiene como objetivo el desarrollo y la aplicación de prácticas medioambientes que mitiguen la contaminación y el cambio climático". En este proyecto también participan otras empresas líderes en el sector del aceite de oliva como 'Orujo Frío' de Jaén y 'Olivas do Sul' de Portugal, además de la empresa 'Fyneco', especializada en fertilizantes ecológicos.

 

"Formar parte de este proyecto -ha explicado- es beneficioso en muchos aspectos porque, al colaborar con otros centros de investigación y empresas del sector, nacionales e internacionales, el ambiente es de continuo aprendizaje. Además, se crean relaciones laborales que pueden ser beneficiosas en el futuro".

 

Desde el punto de vista personal, colaborar en esta iniciativa supone "aportar mi pequeño grano de arena a la conservación del planeta, puesto que este proyecto se basa en estudiar una solución viable a una actividad contaminante como es el almacenamiento de subproductos resultantes de la extracción del aceite de oliva".

 

"El aprovechamiento de este residuo como biofertilizantes y bioprotector de cultivos puede ser una salida útil al problema. Fomentar prácticas agrícolas respetuosas y que tengan un menor impacto medioambiental es fundamental para poder aprovechar de manera sostenible los recursos naturales que tenemos", ha indicado.

 

Preguntada por su futuro laboral, García Martí ha reconocido que dedicarse a la ciencia en España "supone moverse en un ambiente laboral en el que la incertidumbre y la inestabilidad económica termina minando las vocaciones científicas de muchos investigadores".

 

Ha lamentado que, en los últimos años, España haya "perdido" a grandes científicos que "no han tenido más remedio que labrar su futuro en el extranjero, donde dedicarse a esta profesión está más valorado a nivel social y económico".

 

"En mi caso, cuando termine este proyecto tendré que tomar la decisión de si seguir en el ámbito científico, a pesar de los escasos recursos que tenemos, o probar suerte en el sector privado, donde los doctores con experiencia científica están muy demandados en grandes empresas con departamentos de I+D".

 

No obstante, uno de sus objetivos es enfocar siempre su trabajo en proyectos que guarden relación con la conservación del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático, "uno de los grandes desafíos al que la humanidad va a tener que hacer frente en las próximas décadas".

Crean un biofertilizante de un residuo extraído del aceite de oliva