La crisis sanitaria ha tenido un tremendo impacto en el tejido productivo español, especialmente en la economía de los más jóvenes. El desempleo juvenil continúa siendo aproximadamente el doble de la tasa de paro general del conjunto de la población, una situación que se ha intensificado en los últimos meses.
Sin embargo, a pesar de las difíciles circunstancias a las que se ha enfrentado este colectivo, los jóvenes han sido siempre más proclives a asumir ciertos riesgos, y la actual crisis no ha sido una excepción. No en vano, el ahorro y la inversión forma parte de los planes de este segmento de población, en muchas ocasiones contradiciendo el sentimiento inversor actual.
El ahorro y la inversión como salidas
La última encuesta del CIS pone de manifiesto una realidad que se magnifica con las crisis económicas: un 9% de los que tienen entre 18 y 24 años tendrán más interés por invertir en los próximos meses en activos como acciones, bonos o títulos del Tesoro que el resto de los ciudadanos. Por poner este dato en contexto, la media nacional es del 6%, y tan solo de un 3,7% de los ciudadanos de 65 años.
Esta mayor predisposición por la inversión se explica, fundamentalmente, por el mayor horizonte temporal de este segmento de población para poder resarcirse de las pérdidas potenciales que estos productos podrían acarrear. Para los jóvenes, que ven su jubilación lejana, la covid-19 ha sido un obstáculo más en el camino, pero no cambia su percepción sobre el ahorro.
Además, en franjas más tempranas de edad, los jóvenes no se encuentran tanto en una fase de adquisición de vivienda, que exige un desembolso inicial bastante elevado. Sin este planteamiento en el horizonte a medio plazo, tienen más facilidad para destinar sus primeros ahorros a inversión.
Por último, las nuevas plataformas de ahorro e inversión han sido el impulso necesario para que muchas personas se decidan. Los jóvenes suelen utilizar más las plataformas digitales de trading y, sobre todo, los cada vez más populares roboadvisors, que, además de su simplicidad, ofrecen un proceso sencillo y estandarizado de alta. En general, gracias a la apertura de los bancos y la consolidación de las fintech, los jóvenes prefieren la operativa digital que la presencial.
El perfil del ahorrador millenial español
El último barómetro de VidaCaixa apunta que el perfil del millennial español es el de una persona joven que empieza a mostrar interés por las finanzas personales muy pronto, a los 22 años. Además, el 78% de ellos tiene un empleo, reside en una ciudad grande, tiene familias y/o hijos y trata de colaborar, en la medida de lo posible, en la economía familiar.
Sin embargo, los jóvenes españoles parecen ser tan conservadores como los adultos. De hecho, el 61% trata de evitar contratar productos de ahorro que impliquen someter a su dinero a posibles riesgos de carácter financiero.
Por eso, prefieren las cuentas de ahorro y las cuentas corrientes (el 43%), frente a los depósitos bancarios (14%) y los fondos de inversión (9%). Su objetivo principal es obtener un cierto interés por su dinero, aunque sea bajo, pero sin renunciar a su disponibilidad y a que sea un producto garantizado.
En consecuencia, y con el objetivo de alcanzar un plan de ahorro mensual, los jóvenes pueden encontrar una opción en las cuentas de ahorro remuneradas frente a las cuentas corrientes, que no generan rentabilidad. Las cuentas de ahorro permiten disponer del dinero cuando se necesita, con la diferencia de que sí se obtiene una rentabilidad adicional por mantenerlo en la cuenta.