El presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), José María Roldán, ha señalado este martes que, para recuperar la rentabilidad, el mayor desafío al que se enfrentan los bancos, "no queda otra que pensar en las fusiones, tanto nacionales como transfronterizas".
La historia bancaria de España demuestra que las fusiones es una forma de mejorar la rentabilidad en un período corto de tiempo, ha indicado durante su intervención en el seminario "El sistema financiero en la crisis de la covid-19", organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, este año de forma remota.
Roldán ha defendido que, desde el punto de vista de mejoras en la rentabilidad y reducción de costes, la historia de la banca española en los últimos 40 años "no se entiende que tengamos entidades de la potencia que tenemos sin fusiones, que han permitido un aumento de eficiencia" y que puntos débiles del sistema se hayan convertido en puntos de fortaleza.
"Es la única forma en la que podemos pensar de manera segura que vamos a poder recuperar la rentabilidad", ha insistido.
En cuanto a la transformación digital y el mayor uso de canales digitales, acelerado por la pandemia, ha recordado que el número de sucursales desde los máximos de 2008 muestra una reducción del 47% y del 35% en el de empleados.
Los números de cierres de sucursales siempre son mayores que los de evolución de los empleados, ya que se está recolocando a estos últimos para que realicen otras funciones.
Este proceso continúa en la medida que la demanda sigue cambiando y en la medida que la pandemia aumenta el uso de canales digitales, y seguirá de manera "no dramática" probablemente a lo largo del tiempo hasta un nivel que Roldán dice que es "incapaz de predecir".
No obstante, ha considerado que, en la banca, siempre va a haber una combinación de presencialidad y canales digitales y no cree que, en el sector bancario, se vaya hacia un mundo cien por cien digital, en el que se opere únicamente a través del móvil.
Roldán prevé que una cierta presencia de oficinas va a ser una característica del sector bancario de manera permanente.
En cuanto a la creación de una moneda digital, un euro digital, ha explicado que hay que pensar en qué queremos sustituir, si a los billetes en circulación, la banca no tiene absolutamente nada que decir y no tiene ningún problema, ya que el dinero físico es otro elemento de coste al que tiene que hacer frente.
Sin embargo, otra cosa es si se crea para sustituir los depósitos bancarios y si éstos acaban en ese euro digital, "de dónde vamos a sacar los recursos para hacer la transformación de plazos que es a lo que se dedica la banca", ha advertido.
"Si los depósitos desaparecen, tenemos un problema que es que no vamos a saber quién va a financiar la economía", ha subrayado.
