INVESTIGACIÓN

El Centro Tecnológico del Plástico desarrolla polímeros biodegradables de uso sanitario para heridas en zonas de guerra

Integrantes del proyecto Aniph del Cetec.
En la investigación y fabricación de estos materiales participan seis países de la UE, así como un socio tecnológico de Canadá, y ha sido clave para el desarrollo el apoyo en la IA y en la impresión 3D.

El proyecto ANIPH es una iniciativa que aporta soluciones innovadoras con la creación de polímeros biodegradables para utilizarse en el ámbito de la salud, para heridas en zonas de guerra o en desastres naturales, desarrollados como apósitos de PHA que aportan respeto total al medioambiente.

Es un proyecto financiado por la Comisión Europea, bajo el programa Horizonte Europa y liderado por la Región de Murcia con científicos e investigadores del Centro Tecnológico del Plástico (CETEC), donde intervienen ocho socios provenientes de seis países europeos, incluidos cinco de la UE y otro de Canadá.

Los plásticos de origen fósil generan un grave impacto ambiental, especialmente en aplicaciones de un solo uso en contextos humanitarios, como desastres naturales o conflictos armados, donde la gestión de residuos es limitada. El objetivo es cambiar esta realidad.

ANIPH representa un esfuerzo global para abordar los problemas del medio natural derivados de la contaminación por microplásticos indelebles que se utilizan en entorno médicos.

Esta nueva generación de polímeros de base biológica (BbpPs) también tendrán uso en agricultura de precisión y en uso alimentario.
Evitar la contaminación por microplásticos de los suelos, las aguas y la tierra

El objetivo principal de ANIPH es el desarrollo de polímeros biobasados que se degraden de manera segura en el medio ambiente sin generar plásticos contaminantes. “Hoy en día, nos enfrentamos a un problema crítico de contaminación en suelos, aguas y tierras. A través de este proyecto, los tecnólogos contribuimos al desarrollo de polímeros que no solo sean biodegradables, sino que este proceso de biodegradación se diseñe desde la producción primaria”, explica Carmen Fernández, responsable de gestión de I+D+i de CETEC.

El proyecto se enfoca en solventar los retos relacionados con los estándares de biodegradación, mejorando la seguridad y sostenibilidad de los aditivos utilizados para garantizar que no generen nuevos contaminantes.

Avance para situaciones de emergencia por catástrofes y conflictos bélicos

Este avance es crucial en situaciones de emergencia, desastres naturales o conflictos bélicos, donde los sistemas de gestión de residuos no son viables. Además, los polímeros desarrollados serán aplicables en sectores como la agricultura, mediante el uso de acolchados biodegradables, y en el ámbito sanitario, especialmente en productos como apósitos médicos.

Apósitos para áreas sanitarias con reutilización de residuos industriales

Uno de los enfoques más innovadores del proyecto ANIPH es la producción de apósitos biodegradables a partir de polímeros PHA (polihidroxialcanoatos). Según Verónica Alcaraz, coordinadora del proyecto, “Nuestro socio CETEC Biotechnology producirá un tipo de PHA llamado PHBV a partir de residuos industriales. Este polímero tiene una alta tasa de sustitución con hidroxivalerato, lo que le confiere una flexibilidad modulable, ideal para aplicaciones como apósitos”.

Además, ANIPH enfrenta un desafío adicional, ya que muchos apósitos biobasados existentes en el mercado requieren materiales adicionales que impiden su biodegradación. Para superar esto, se emplea otro tipo de PHA, el PHN, que tiene propiedades elastoméricas, lo que garantiza que el material sea impermeable al agua y 100% biodegradable.

Los apósitos, junto con su envase, son desarrollados utilizando impresión 3D en colaboración con la Universidad de Granada. “La bioimpresión 3D nos permitirá controlar la morfología, el grosor y la porosidad de los apósitos, lo que optimiza su aplicación y su posterior biodegradación”, agrega Alcaraz.

Reducción de la huella de carbono

Además, se emplean herramientas de inteligencia artificial para monitorizar y predecir el proceso de biodegradación desde las primeras fases del proyecto. Los datos obtenidos permitirán realizar un seguimiento detallado de los materiales utilizados, proporcionando trazabilidad y control sobre su impacto ambiental. En términos de huella de carbono, los resultados preliminares muestran que los apósitos desarrollados por ANIPH emiten 1,49 kg de CO2 equivalente por cada kilogramo de producto, frente a los 7,5 kg de CO2 equivalente generados por apósitos tradicionales derivados del petróleo.

La Universidad de Granada desempeñará un papel clave en la aplicación del proyecto en el ámbito de la salud. Según Juan Antonio Marchal, catedrático de la Facultad de Medicina, “La impresión 3D nos permitirá crear estructuras con la geometría y morfología necesarias para optimizar los apósitos. Además, trabajaremos en la incorporación de propiedades bactericidas utilizando probióticos como el Lactobacillus, que han demostrado ser efectivos en la prevención de infecciones, especialmente en heridas complicadas, como las de personas con diabetes”.

Los apósitos de ANIPH se beneficiarán de estas propiedades bactericidas, lo que contribuirá a mejorar la regeneración de tejidos y a reducir la necesidad de antibióticos, cuyo uso tiene un impacto ambiental. Además, tanto los apósitos como su embalaje serán completamente biodegradables, lo que refuerza el compromiso del proyecto con la sostenibilidad.

El proyecto ANIPH es una apuesta por la innovación y la sostenibilidad, alineándose con los objetivos de la Comisión Europea en la lucha contra la contaminación plástica y el cambio climático. A través del desarrollo de soluciones biobasadas y biodegradables, ANIPH contribuirá al bienestar de las personas y del planeta, demostrando que la ciencia y la tecnología pueden ser aliadas en la protección del medio ambiente y la salud humana.