El rey Felipe VI inauguró este lunes en Murcia el XXII Congreso Nacional de la Empresa Familiar que se desarrolla entre el 27 y el 29 de octubre, organizado por el Instituto de la Empresa Familiar (IEF), con la colaboración de la Asociación Murciana de la Empresa Familiar (Amefmur), y patrocinado por Banco Santander y KPMG, y al que asisten más de 500 empresarios familiares procedentes de toda España.
El acto comenzó con las intervenciones del presidente del Instituto de la Empresa Familiar y presidente Ejecutivo de Gestamp, Francisco José Riberas; la ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño; y del presidente de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, Fernando López Miras.
Su majestad el Rey, en sus palabras señaló "...la íntima conexión entre la actividad empresarial y el núcleo familiar es un factor insoslayable. Las características singulares del gobierno corporativo en la empresa familiar hacen que convivan dentro de ella varias generaciones con distintas funciones, lo que aporta una visión plural que enriquece la gestión empresarial. A ello se une el hecho de que la presencia de la mujer es mayoritaria en los órganos de gobierno corporativo relacionados con el ámbito familiar. Y en cuanto al compromiso con el entorno, que acabo de mencionar, estas firmas, al estar a menudo enfocadas en un área territorial concreta, desempeñan un papel muy importante en la vertebración y en la cohesión territorial...", también dijo que "...en lo que se refiere a la proyección exterior, hay que subrayar su esfuerzo en los últimos años por hacerse presente de forma creciente en mercados del resto de Europa e Iberoamérica. Profundizar en esta internacionalización es, sin duda, un reto de presente y de futuro que merece el mayor apoyo...", y, finalmente, Don Felipe destacó que "...también me parece importante destacar que las empresas familiares se caracterizan por tener mayores tasas de supervivencia en épocas de dificultad, pues la voluntad de garantizar la continuidad del negocio prevalece a menudo sobre otros objetivos...".
Para finalizar, Su Majestad el Rey firmó en el libro de oro de la ciudad de Murcia y conversó con los asistentes e invitados.
El Congreso de la Empresa Familiar se ha convertido en el foro empresarial más importante de España y uno de los más destacados del mundo. El lema elegido este año es “Un paso adelante” y quiere hacer patente el compromiso y la actitud de la empresa familiar española frente a los grandes retos que se le plantean al país.
La empresa familiar está implicada a fondo en la construcción del modelo económico que necesita España para afrontar la transformación que está sufriendo el mundo, planteando ideas y propuestas constructivas y de largo alcance. Tal y como ha venido haciendo el Instituto de la Empresa Familiar desde su creación en 1992.
El presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, animó a empresarios y sociedad en general a “dejar atrás las visiones locales y sumar esfuerzos” para “contribuir y ser protagonistas de un futuro en el que es necesario dejar atrás las incertidumbres e implicar a todos los estamentos y a todas las administraciones”.
Durante su intervención, López Miras mencionó “los valores, la lealtad, el compromiso, la ilusión, la implicación, la estabilidad y la continuidad en el tiempo” como claves para “transmitir de unas generaciones a otras un legado único y singular en el que reside la clave del éxito”. “Nuestro crecimiento es el de toda una sociedad y estamos orgullosos de contribuir con ello al desarrollo de España”, dijo el presidente, quien remarcó la necesidad de que “los datos concretos, por muy buenos que sean, vayan acompañados de unos valores, de un compromiso y una ilusión que encontramos al dirigir la mirada a nuestras empresas familiares”.
En este sentido, López Miras subrayó que “los excelentes resultados de las empresas familiares en la Región de Murcia son un motivo de orgullo para quienes aquí vivimos pero son sólo un espejo de cómo sus valores y su forma de entender la responsabilidad empresarial están llamados al éxito”. Además, puso en valor que “en ellas, la exigencia de un buen resultado se cimienta en un vínculo personal, en una responsabilidad que no es en modo alguno pasajera”, y explicó que “por eso son ejemplo de seguridad, con una clara vocación de éxito y con unos límites que van mucho más allá del corto o del medio plazo”.
