La Federación de Cooperativas Agrarias de la Región (Fecoam), como miembro de Cooperativas Agro-alimentarias de España, se une mañana a la acción a la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), para celebrar el Día Internacional de las Cooperativas, que tiene lugar cada primer sábado de julio.
El lema de su 96 edición es ‘Sociedades sostenibles gracias a la cooperación’. Los valores, principios y estructuras de gobernanza, la sostenibilidad y la resiliencia forman parte del movimiento cooperativo que cuenta con más de 1.200 millones de miembros en el mundo. Las sociedades sostenibles son aquellas que reflejan los límites ambientales, sociales y económicos del crecimiento.
Como explican desde Cooperativas Agro-alimentarias de España, por su propia naturaleza, las cooperativas juegan un importante papel como actores económicos ya que crean oportunidades de empleo, medios de vida y generación de ingresos.
La unión de los productores en cooperativas permite una mayor organización de la oferta, un mejor poder de negociación y una ordenación del mercado, haciendo que nuestros socios se beneficien del valor añadido generado en la cadena.
Además, las cooperativas generan economías de escala, haciendo que las explotaciones de los socios sean más eficientes, reduzcan sus costes de producción, accedan a servicios de asistencia técnica y la compra en común de suministros, garantizando la trazabilidad del proceso y del producto y un abastecimiento continuado a sus clientes. Junto a ello, colaboran con la llamada economía circular, reaprovechando recursos.
Asimismo, las cooperativas ofrecen empleo estable a trabajadores fijando población en los medios rurales y forman a la plantilla de forma continua y creyendo en sus posibilidades profesionales.
Las cooperativas, son también empresas con objetivos sociales y centradas en las personas, contribuyen a la equidad y la justicia social. “Nuestra misión es mejorar la vida de los agricultores socios y por extensión de sus familias y de los pueblos y zonas donde habitan”. Las cooperativas, además, garantizan la igualdad de oportunidades para los agricultores de las zonas rurales, en particular para mujeres y jóvenes, y proporcionan formación e información a sus socios.
Como instituciones democráticas, son controladas por sus miembros y desempeñan un papel de liderazgo en la sociedad y las comunidades locales. Como proyecto empresarial en su concepción estratégica las cooperativas incorporan beneficio a la sociedad y a los agentes que le rodean como un objetivo complementario. Así, las cooperativas prestan apoyo a ayuntamientos y resto de agentes sociales en las actividades que mejoren la vida de los municipios rurales, hacer partícipes a los socios en las decisiones estratégicas que toma la cooperativa a través de sus órganos democráticos, son transparente ante sus socios, clientes y trabajadores, etc..
Junto a ello, son entidades comprometidas con el medio ambiente. Las cooperativas realizan las actividades de producción, transformación y comercialización con el mínimo impacto posible, siendo precisas en los consumos de agua, energía, generación de residuos, etc. “Las cooperativas hemos sido pioneras en la utilización de control biológico como alternativa y complemento a los tratamientos fitosanitarios; en la implantación de sistemas de gestión de calidad de productos, de estándares de producción integrada y sistemas de gestión medioambiental. Y en los últimos años hemos introducido técnicas de eficiencia energética, hemos reducido la huella de carbono o incorporado las energías renovables o la cogeneración”.
Las cooperativas agrarias deben, pues, contribuir a la sostenibilidad del sector agroalimentario español, facilitando activamente una sostenibilidad real y basada en los tres pilares a las 3.740 empresas cooperativas y al más de millón de familias que representan.