El presidente del Instituto de Empresa Familiar, Francisco J. Riberas, ha hecho este martes, en nombre de las empresas familiares, “un llamamiento a la clase política en su conjunto para que, sea el que sea el resultado de las elecciones del 10 de noviembre, dialoguen y busquen acuerdos y consensos que faciliten un gobierno estable”.
Riberas ha clausurado el XXII Congreso Nacional de la Empresa Familiar, celebrado en Murcia y en el que han participado más de 600 empresarios familiares procedentes de toda España y en cuya última jornada han intervenido, entre otros, el presidente del PP, Pablo Casado, y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
Montero clausuró el Congreso defendiendo una política fiscal del Gobierno que beneficia a las pymes, donde plantea la reducción de dos puntos en el impuesto de sociedades a aquellas firmas que facturan menos de un millón de euros. Por cierto, Montero se ha referido a la conferencia que también ha pronunciado durante esta jornada en el Congreso el líder del PP, Pablo Casado, que ha propuesto una gran reforma fiscal global con múltiples bajadas de impuestos. El líder popular ha detallado que esa reforma incluirá la supresión de los impuestos de sucesiones, donaciones y patrimonio.
En su intervención final el presidente del IEF ha recordado que “no nos podemos permitir nuevas situaciones de bloqueo que dañen la imagen que los ciudadanos tienen sobre el sistema político y que evitan una necesaria acción de gobierno. Es preciso conseguir amplios consensos que nos permitan abordar los grandes temas que marcarán el futuro de España como son la educación, la innovación y el desarrollo tecnológico o el sistema de pensiones, para generar un proyecto común de país con un plan a largo plazo”.
En España y en otras partes del mundo “llevamos ya mucho tiempo con debates sociales y políticos donde imperan la negatividad, la confrontación y el descrédito de los contrincantes. No existen nuevas ideas, solo críticas anti-todo. Es preciso cuanto antes empezar a construir discursos en positivo, buscando soluciones, trabajando conjuntamente para diseñar un futuro mejor”, ha asegurado.
UN PASO ADELANTE. Y en este sentido, ha recalcado que “es en esa labor constructiva en la que los empresarios familiares queremos participar, porque estamos convencidos de que nuestra aportación, desde nuestra experiencia real en muchos ámbitos, puede ser muy valiosa y debe ser tenida en consideración. Por eso nos toca dar un paso adelante con generosidad y decisión ya que el futuro del país y de nuestras empresas va a depender de lo que hagamos hoy”.
Riberas ha hecho un repaso de los temas abordados durante el Congreso, como por ejemplo el de la sostenibilidad, que centró ayer la intervención del presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales y Cristina Gallach, alta comisionada para la Agenda 2030, el papel de los jóvenes de las nuevas generaciones de la empresa familiar o la aportación de las grandes empresas familiares al progreso social.
También ha destacado Riberas el resultado de la encuesta interactiva realizada ayer entre los más de 600 empresarios familiares asistentes al Congreso, y que ha deparado algunos datos preocupantes, como el que el 63 por ciento de los encuestados consideren que el crecimiento de la actividad económica española a corto plazo va a ser frágil y sin creación neta de empleo. Esta cifra el año pasado era muy inferior, del 41%.
Con la intervención de Riberas se ha dado por concluido el XXII Congreso Nacional de la Empresa Familiar. La edición del año que viene se celebrará en Pamplona.