Hasta tres trabajadoras de diferentes departamentos de Primaflor se han formado en la última década en el Máster en RSC de la Universidad de Murcia. Una formación que alcanza su X edición en el curso 2022-23 y cuyo plazo de matrícula finaliza el 14 de octubre de 2022. El enlace de inscripción está disponible en: https://casiopea.um.es/cursospe/responsabilidadsocialx.f o a través del correo electrónico [email protected].
Nacida en los años setenta de la mano de un grupo de emprendedores que compartían la ilusión de emprender un negocio en su tierra, a orillas del Mediterráneo, a través de la producción y comercialización de flores –de ahí su nombre-, en su recorrido se ha convertido en un gigante hortofrutícola.
Actualmente, Primaflor ofrece empleo a personas de toda la comarca, contando con producciones en Almería, Albacete, Granada y Murcia, con climatologías diferentes. Lo anterior garantiza la continuidad de la calidad de los productos las 52 semanas del año. De esta forma, los productos de Primaflor se encuentran en mercados de toda Europa y del Golfo Pérsico.
Asimismo, el pasado año lanzaron una nueva marca comercial, Mimaflor. Una marca que busca preservar con la calidad de siempre, pero con una denominación que transmite fielmente los valores de una empresa en transformación constante: verduras y hortalizas cuidadas con mimo desde la semilla, bajo criterios de responsabilidad y sostenibilidad agraria, orientada a sus clientes y trabajadores.
La apuesta de Primaflor por la RSC junto a la UMU se remonta a 2012, como bien recuerda Alba Martínez (https://www.linkedin.com/in/alba-mart%C3%ADnez-04983180/), responsable de Compliance de la empresa y alumna de la IX edición del Máster en RSC de la Universidad de Murcia. Ella define la RSC como “una disciplina educativa global”, y destaca el papel social que desarrolla la Fundación Primaflor especialmente en las provincias de Almería y Murcia.
-Lo primero, ¿qué es para ti la RSC? ¿Y la sostenibilidad?
La RSC es una disciplina educativa global, que se sitúa dentro de una ética común. La sostenibilidad es el término que nos permite conjugar todo lo referente a políticas sociales, medioambientales y de buen gobierno corporativo, sin perder de vista el principio de asegurar las necesidades presentes no comprometiendo las futuras.
-¿Por qué elegiste cursar el Máster de RSC que se imparte en la Universidad de Murcia?
En Primaflor se viene cultivando la RSC desde los comienzos de la compañía, y en colaboración con la Universidad de Murcia desde 2012, precisamente porque es una entidad que defiende con absoluta vehemencia la sostenibilidad en las empresas y en la sociedad. Este Máster nos ha ayudado a que la sostenibilidad siga siendo, junto a la innovación, el motor de Primaflor.
Me decanté por este Máster en RSC porque ofrece un programa de visión global, diseñado por profesionales de nivel y con un formato adecuado para compatibilizarlo con tu profesión. Así, gracias al apoyo de Primaflor y de mi responsable, Clemente Serrano, pude comenzar este aprendizaje.
-¿Quién te lo recomendó?
Rosa Ruiz y Sandra Martínez, mis compañeras de departamento, lo habían cursado años antes y me trasladaron su buena experiencia académica. Además, Luis Pérez Armenteros fue una voz que terminó de convencerme para vincularme con la RSC.
-¿Cuál es la gran enseñanza que te llevas del Máster en RSC? ¿Y el profesor o ponente que más te gustó?
La gran enseñanza ha sido cursarlo, ver como a nuestro paso nacía un espacio crítico, un foro para la reflexión y el diálogo, y un grupo nutrido de sentido del humor y cariño.
Un experimento del que me llevo auténticos descubrimientos como profesores y ponentes, y magníficos antídotos para hacer frente a cualquier problema que pueda surgir en una empresa o sociedad como mis compañeros/as.
Estoy agradecida a todos los profesores y ponentes, pero, con el permiso de todos ellos, destaco a mis compañeros/as, a Longinos Marín por ser brújula de la RSC y de mi TFM (Trabajo Final de Máster), a Pedro Cuestas por haber sucumbido a las peticiones de un grupo exigente como él, y a Ana Jiménez-Alfaro por poner el broche de oro con sus extraordinarias habilidades docentes.
-¿Cuáles son a tu juicio las principales ventajas y beneficios para las organizaciones de apostar por la RSC?
Su propia subsistencia.
-¿Qué casos de éxito en la implantación de la RSC en las empresas murcianas te ha impactado o te ha llamado la atención durante el máster? Y, ¿en cuál o cuáles te gustaría poder trabajar o colaborar en el futuro?
Me despertó mucha curiosidad el caso de Auxiliar Conservera. La acertada presentación de la ponente, Paola Giménez, nos hizo conocer a una empresa transparente, de sólidos valores y con indiscutibles ganas de seguir avanzando.
-En tu opinión, ¿cuáles son los principales errores que se están cometiendo en torno a la RSC?
La difusión de la responsabilidad que nos caracteriza a todos los seres humanos. Cuando, en decisiones que hemos de tomar, esperamos que sean otras personas quienes las tomen primero, sin que quizá eso ocurra finalmente, y a expensas de las irremediables consecuencias que puedan derivarse.
-Sobre la Agenda 2030 de Naciones Unidas y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), más allá de los gobiernos ¿hasta qué punto las organizaciones o las empresas son clave para impulsar un mundo mejor con esta hoja de ruta?
Al ser uno de los agentes de interés, las empresas han de ser conscientes y capaces de los cambios que nos aguardan, y para ello es necesario el talento, la empatía, la creatividad y el respeto.
En ese orden, debemos preguntarnos hacia dónde queremos dirigirnos. Y esa es una pregunta que debemos contestar a través del diálogo entre todas las empresas, entre todos los gobiernos y ciudadanos, identificándonos como una única comunidad, con una ética compartida.
-En la empresa para la que trabajas actualmente, ¿cómo fomentáis en la organización la comunicación y diálogos con los grupos de interés?
En Primaflor se cuida con sumo detalle el trato personal. Por otro lado, se han implementado diferentes vías para establecer líneas de comunicación adaptadas a todo tipo de cuestiones y circunstancias, como el canal ético o de denuncias al alcance de cualquier grupo de interés, perfiles en diferentes redes sociales como Instagram o Facebook, reuniones presenciales, buzones de sugerencias, App corporativa, correo electrónico, tablones de anuncios en diferentes zonas o departamentos, página web corporativa, participación en ferias del sector, lanzamiento de cuestionarios, acciones sociales a través de la Fundación estableciendo lazos con asociaciones y demás instituciones, y colaboraciones con otras empresas del sector, de proximidad o en lugares donde Primaflor desarrolla su actividad.
- ¿Y cuáles son las principales buenas prácticas que destacarías?
Primaflor trabaja los tres vértices de la sostenibilidad (social, medioambiente y buen gobierno corporativo) a través de diversas acciones. En este sentido, dentro de las políticas sociales, podemos destacar la creación de la Fundación Primaflor que nace como una respuesta honesta para redundar de manera positiva en nuestra comunidad, para resaltar el valor de nuestra tierra, de nuestra gente. Desde la misma se ha creado la cátedra “Agricultura sostenible y alimentación saludable” junto a la Universidad de Almería.
En cuanto a las políticas medioambientales, son muchas y de gran acento innovador, como la utilización de cabezales de riego inteligentes y sensores de humedad para maximizar el recurso hídrico, la aplicación de rPET (material sostenible, reciclado y reciclable) reduciendo la aplicación de plásticos en todos nuestros bowls, la atención a criterios de movilidad sostenible incorporando coches eléctricos en nuestra flota, la implantación de iluminación LED en todos los centros de I y IV Gama reduciendo el consumo eléctrico de las instalaciones, entre otras.
Respecto a acciones relacionadas con buen gobierno corporativo, es necesario indicar que los principios éticos forman parte de la historia de Primaflor desde sus inicios. El Consejo y los miembros de la dirección de la empresa promueven estos principios, a través del ejemplo, como un valor esencial de nuestra cultura corporativa. El Código Ético y de Conducta, la Política de Cumplimiento y el Régimen Disciplinario forman parte del Sistema de Cumplimiento Normativo (Compliance). Este sistema se complementa con otras políticas y procedimientos que atienden áreas legales específicas, riesgos de Compliance y requisitos concretos de cada área. Dentro del Sistema Compliance que Primaflor tenemos implantado, concretamente en el mapa de riesgos, se comprenden riesgos relacionados con la sostenibilidad que pueden afectar a la compañía.
En nuestro caso, siempre se ha apostado por una alimentación y una dieta saludable, ofreciendo productos de máxima calidad, de proximidad y garantizando el cumplimiento de los más exigentes requisitos legales en materia de seguridad y salud alimentaria.
-¿Cómo te defines profesional y personalmente?
Tanto en una faceta como en la otra, trato de ser congruente. Mi identifico como una persona comprometida con mis ideales y mi trabajo.
-¿Cuál ha sido la frase que más te ha halagado en el terreno profesional? ¿Y la que más te ha dolido?
En palabras de mi querida compañera del máster, María Larraz: “Alba es la elegancia del sentido común, dicho en Compliance”. ¿Lo que más me ha podido doler? Alguna de mis autocriticas.
-Las organizaciones, ¿entienden que la única forma de hacer tangible la RSC es a través de los sistemas de gestión?
Los sistemas de gestión son una herramienta muy útil para ordenarnos internamente, establecer políticas, controles y diferentes medios de desempeño de acciones. Aún con todo ello, es importante que todas esas políticas y controles sean reales, tangibles, que aterricen un resultado objetivo, medible y demostrable. De esta forma tendremos una evidencia de que el sistema es eficaz y eficiente, que se han cumplido todas las acciones del Ciclo Deming: planificar, hacer, verificar y actuar.
-¿Crees que el comportamiento ético o el compromiso son ‘rentables’ económicamente para las empresas?
La situación global en cuanto a cómo están de comprometidos los recursos naturales ha causado que sea una prioridad para las organizaciones convertirse, en los próximos años, en empresas realmente sostenibles, en el amplio sentido de la palabra.
Para ello, las empresas han de apostar por liderazgos responsables, teniendo en cuenta las consideraciones de los grupos de interés, la innovación y la tecnología. Hemos de contar con aspectos propiamente humanos como el compromiso, la emoción y la creatividad, y promover objetivos comunes. Lo más importante es integrar, de manera total, este cambio en la organización.
Por tanto, el aspecto más relevante para incorporar la sostenibilidad es la propia necesidad para garantizar nuestra continuidad, y de ello depende también la supervivencia de las propias empresas. Luego puede venir todo lo demás, aspectos regulatorios y financieros, sin duda, pues las organizaciones que son sostenibles construyen relaciones más sólidas y mutuamente positivas o beneficiosas con las diferentes partes interesadas. Y esto, a su vez, supone un valor mayor, y más posibilidades de ofrecer impactos financieros positivos, lo que es atractivo también para accionistas.
Esto también repercute positivamente en construir y consolidar una imagen y una reputación positiva de la empresa, garantizando pautas respetuosas y comprometidas, en cumplimiento de las normas y con unos valores comunes.
Para los empleados y empleadas también es importante pensar que pertenecen a una compañía comprometida con la sostenibilidad, a una empresa respetuosa.
-¿Cómo fomentar una educación que tenga en cuenta no sólo el beneficio económico, sino también la adopción de los criterios ASG -Ambientales, Sociales y de Gobernanza? ¿Quién o quiénes deben liderar este cambio?
La sostenibilidad ha de ser transversal y desarrollarse, principalmente, a través de objetivos medioambientales, sociales y de buen gobierno. El cambio que debemos emprender es disruptivo e importante, y para ello hace falta la colaboración de todos los agentes; gobiernos, empresas y sociedad.
En cuanto a las empresas, que estos requisitos vayan llegando a organizaciones con dimensiones más humildes hace necesario que se entiendan los condicionamientos que éstas podemos sufrir a la hora de articular y adaptarnos a este cambio. Por eso es vital que nos ayudemos entre todas las partes, adoptando una actitud colaborativa para afrontar un futuro -o más bien un presente- que sólo será si es sostenible. Esto ha llevado a que se ponga el foco sobre los equipos directivos de las empresas, buscando que ofrezcan valor financiero y equilibrio en los criterios sociales, ambientales y de buen gobierno corporativo, para que promuevan esta realidad aguas abajo, persuadiendo a toda la sociedad.
El cambio es responsabilidad de todos y cada uno de los agentes de interés que componemos la sociedad actual. Y, dentro de una empresa, es responsabilidad de todas las personas que formamos parte de la misma.
-Dinos un referente personal o profesional que haya marcado su trayectoria.
Mi madre.
-Por último, te pedimos que compartas con nosotros una frase, un libro y una canción.
Una frase de Gloria Fuertes en la que reparo a menudo: "Debemos inquietarnos por curar las simientes, por vendar corazones y escribir el poema que a todos nos contagie".
Mi libro de este verano: Cauterio, de Lucía Lijtmaer.
Una canción que siempre me alegra: Entre dos aguas, de Paco de Lucía.
Antes de despedirnos, me gustaría proponer que a este final se le añadiera una película y, entonces, elegiría “Cinema Paradiso”.