HealthTech BioActives (HTBA) es una empresa química que se ha destacado por su enfoque innovador en la investigación y desarrollo de ingredientes bioactivos destinados a mejorar la salud y el bienestar. Desde sus inicios, HTBA ha mantenido un compromiso constante con la excelencia científica y la responsabilidad social corporativa en cada paso de su evolución.
Esta multinacional con sede en Barcelona, planta productiva en Beniel y oficina en Estados Unidos está especializada en la producción de ingredientes farmacéuticos activos (APIs), ingredientes para suplementos alimenticios con marca registrada y estudios clínicos, ingredientes moduladores de sabor, edulcorantes naturales y artificiales, e ingredientes promotores del crecimiento y la salud animal, que comercializa en los principales mercados internacionales, como Estados Unidos, Japón, Francia, Brasil y México, exportando casi el 85% de su producción.
La compañía produce para un amplio rango de clientes incluyendo empresas farmacéuticas, fabricantes de suplementos alimenticios, industria alimentaria, compañías de alimentación animal y fabricantes de cosméticos.
Su ESG Manager, Norma Bisbal, es una destacada profesional en el ámbito de la sostenibilidad y la RSC, con una trayectoria laboral que la ha llevado a desempeñar roles clave en consultoras de sostenibilidad. Actualmente, contribuye al desarrollo e implementación de las prácticas ESG en la estrategia y el negocio de HTBA, una compañía que avanza, año a año, en su compromiso con la RSC, y que es empresa patrocinadora de la Catedra RSC de la Universidad de Murcia.
-¿Cuál es tu rol actual en HTBA y cuáles son las principales responsabilidades que conlleva?
Actualmente soy responsable de ESG, una posición de nueva creación que se concibió para apoyar el desarrollo de una estrategia sostenible y de valor añadido, estructurando e implementando la sostenibilidad (entendida desde una perspectiva global – ambiental, social, de buena gobernanza y de negocio) en la compañía.
Este rol es clave para impulsar el compromiso de la organización con la sociedad, el medio ambiente y el buen gobierno, y conlleva tener una fuerte visión estratégica y coordinación interna que permita alinear a los equipos para conseguir los objetivos estratégicos planteados. En este sentido, es muy importante la implicación de las personas que conforman la empresa para construir un modelo de negocio sostenible que genere valor para todos sus grupos de interés.
-Has trabajado en diferentes países y culturas (China), y has realizado dos voluntariados (WWF y International Villages). ¿Cómo ha influido esta experiencia internacional en tu enfoque profesional?
La oportunidad de vivir y trabajar en otros países me ha permitido tener una visión global de las diferentes realidades que existen en este mundo, además de ser consciente de cómo las acciones que se llevan a cabo en un punto del planeta acaban influyendo de manera global.
Todo ello me ha hecho valorar la gran responsabilidad que tienen las empresas a la hora de gestionar los impactos generados por su actividad, no solo dentro de sus operaciones sino también a lo largo de su cadena de suministro. Con estos impactos me refiero tanto en aspectos ambientales, como puede ser la degradación ambiental, la contaminación o la deforestación, así como aspectos sociales relacionadas con las condiciones de trabajo o el impacto en las comunidades locales.
Por suerte, estamos viendo cada vez más que las empresas, ya sea en parte por las demandas de sus inversores, clientes o de la sociedad, por la creciente legislación sobre la sostenibilidad de la cadena de suministro, o para una mejor gestión de riesgos financieros o reputacionales entre otros, están empezando a comprender la importancia de responsabilizarse para asegurar la sostenibilidad de sus cadenas de suministro y construir sistemas más resilientes.
-¿Cuáles son los valores fundamentales de HTBA como empresa, y cómo se reflejan en su cultura corporativa y en sus relaciones con los empleados y la comunidad?
HTBA tiene definidos cinco valores que constituyen la esencia de la empresa: Pasión, Innovación, Agilidad, Atrevimiento y Colaboración. Son el reflejo de nuestra manera de trabajar y de nuestra cultura. Estos valores se construyeron de manera colaborativa y transversal con los diferentes departamentos, para recoger la diversidad de las personas que conforman la organización.
En HTBA fomentamos una cultura abierta, donde las personas pueden asumir riesgos y opinar abierta y constructivamente. Generamos el ambiente adecuado para que los colaboradores puedan alcanzar su máximo potencial siendo ellos mismos. Estamos profundizando en nuestra filosofía y compromisos en Diversidad, Equidad e Inclusión, y promovemos un estilo de liderazgo de “leader coach”, donde se fomenta la confianza, la comunicación y el crecimiento profesional, dejando a los equipos experimentar, equivocarse y, en definitiva, desarrollar la capacidad de aprender.
El desarrollo de las personas que componen HTBA se considera un motor esencial para la evolución de la propia empresa. Por ello, comenzamos a realizar en 2022 todo un proyecto de transformación, entendido como una apuesta global de integración de los distintos cambios producidos en la empresa, vinculados a la cultura, la manera de relacionarse y las dinámicas de trabajo.
-HTBA tiene un enfoque en la innovación y la tecnología. ¿Qué relación tiene la RSC con este sector? ¿Cómo se complementan?
La tecnología y la innovación pueden ayudar a resolver los retos más complejos a la hora de buscar soluciones más sostenibles. En este sentido, la innovación en HTBA es un eje impulsor para crear procesos y productos más respetuosos con el medio ambiente. Por ejemplo, nos ha permitido contar con procesos patentados únicos en el mercado, poniendo a disposición de los clientes productos libres de disolventes residuales y ofrecer así una solución más segura tanto para los consumidores como para nuestros trabajadores, evitando a la vez la generación de emisiones a la atmosfera y los vertidos de disolventes en las aguas de proceso.
Tanto la innovación como la RSC constituyen fenómenos complejos y multidimensionales que están interrelacionados entre sí, y que para nosotros son palancas de cambio para avanzar en nuestra misión de proporcionar soluciones innovadoras para mejorar el bienestar del consumidor. La innovación es considerada uno de nuestros objetivos estratégicos y nos permite formular nuevas soluciones que aporten valor a nuestros grupos de interés. Por ello, contamos con un departamento de I+D+I que en los últimos dos años ha crecido un 50% y que tiene presencia en todas las sedes de la organización.
Otra muestra de esta interrelación es el concurso de innovación interno que hemos llevado a cabo recientemente, que cuenta con una línea de trabajo dedicada a la reducción de la huella de carbono para fomentar la generación de ideas que nos permitan reducir nuestro impacto en el medio ambiente.
Es cierto que estamos en un momento de grandes cambios y avances, que exigen un nuevo discurso, nuevas herramientas y nuevos dilemas a resolver. La inteligencia artificial, el uso y análisis de datos, el blockchain, el IoT, la biotecnología, etc. están entrando en la ecuación y nos están haciendo plantear las cosas desde una nueva perspectiva. Pero creo que lo esencial es que cualquier avance tenga siempre la visión de conseguir un futuro más justo, inclusivo y sostenible.
-¿Cómo integra HTBA la RSC en sus operaciones y qué impacto ha tenido en la empresa?
Desde el inicio de mi incorporación hemos estado trabajando en sentar las bases de ESG en la organización, estructurando y alineándola con el negocio. Se ha trabajado en un análisis de doble materialidad para identificar los temas más relevantes para la organización y nuestros grupos de interés, hemos definido nuestros ODS prioritarios para alinear nuestros objetivos con la Agenda 2030, y hemos establecido las líneas de acción que componen nuestra estrategia ESG. Además, la ESG constituye una línea estratégica dentro del nuevo plan estratégico de negocio.
Pero trabajar con una perspectiva de sostenibilidad siempre ha estado en el ADN de la compañía. Muestra de ello son las acciones constantes de reducción del consumo de recursos naturales, la mejora en la gestión de los residuos o el fomento de acciones de economía circular. Un hito importante que hemos conseguido recientemente gracias a la mejora continua ha sido la reducción de casi el 50% de agua utilizada en la producción de nuestro principal producto.
Y más allá del aspecto ambiental, también tiene un impacto en la relación con los grupos de interés, creando un enfoque de negocio con orientación a resultados, pero sobre todo con orientación al cliente, tanto externo como interno. En HTBA se trabaja para que el empleado esté en el centro de todo lo que se hace, creando una relación de confianza y comunicación. Este año, por ejemplo, nos hemos certificado con la ISO 45001 de Salud y seguridad en el trabajo, y contamos con una ratio de accidentes laborales más bajo que la media del sector gracias al trabajo de prevención y sensibilización.
Todo ello nos ha permitido obtener certificaciones en RSC y mejorar nuestras puntuaciones por ejemplo en EcoVadis, consiguiendo la medalla de oro, lo que nos permite compartir con nuestros clientes nuestro desempeño y compromiso con la sostenibilidad.
-¿En qué programas o proyectos de RSC está HTBA involucrada?
A nivel externo, nos involucramos con el entorno local, especialmente en la región de Murcia donde está ubicado nuestro centro productivo y la mayor parte del equipo. Hemos llevado a cabo actividades de promoción de los ODS en diferentes escuelas, patrocinamos actividades deportivas y culturales, y este año hemos colaborado con el ayuntamiento de Beniel en un proyecto de renaturalización de espacios públicos de la ciudad.
Además, somos miembros de la Cátedra de RSC de la UMU. Nuestra última acción de colaboración fue precisamente una donación de un equipo de cromatografía a la Facultad de Química de la UMU, que ofrece a los estudiantes la oportunidad de adquirir experiencia práctica en el uso de tecnología puntera.
-La Cátedra de RSC de la UMU forma, divulga e investiga desde hace más de 12 años. ¿Cuál crees que ha sido su papel para concienciar entre las empresas y organizaciones murcianas sobre la sostenibilidad?
La RSC (y podríamos hablar también de ESG o de sostenibilidad en su sentido amplio en el contexto empresarial) es un ámbito que engloba muchos aspectos y que está en constante evolución y cambio. Por ello, creo que el papel de la Cátedra de RSC es fundamental como punto de referencia donde las empresas pueden apoyarse a la hora de desarrollar su RSC. Visibilizar y reconocer la importancia de la sostenibilidad en las empresas es esencial para que se integre de una manera estratégica y holística en las organizaciones.
Es muy importante el trabajo que hace la Cátedra en divulgar, sensibilizar y compartir información, y sobre todo en generar encuentros para ofrecer espacios de discusión y de compartir conocimiento entre empresas y otros agentes del sector público y privado. Se trata de un camino en el que todos debemos remar hacia la misma dirección para alcanzar los objetivos globales y los retos que tenemos como sociedad, y la colaboración y las alianzas son clave.
-Por último, recomiéndanos una frase, un libro y una persona que sea referente que te haya influido en tu desarrollo personal o profesional.
La verdad es que, si me paro a pensar, en mi vida he tenido muchos referentes y personas que me han influenciado y me han llevado donde estoy ahora. Podría mencionar a personalidades públicas que para mí son una inspiración, como Yayo Herrero, Marta Tafalla o Jane Goodall. Pero creo que mis referentes son todas aquellas personas que luchan por lo que es justo, que no dejan de creer y confiar, y que intentan hacer de este mundo un mundo mejor.
Aunque es una frase que hemos escuchado muchas veces, creo que a menudo no somos conscientes de la importancia que tiene, y es que “No hay planeta B”, por lo que tenemos que elevar la conciencia para una acción conjunta urgente que nos lleve a una sostenibilidad y equilibrio reales con el planeta.
Las conexiones entre biodiversidad, clima, salud humana, desarrollo social y crecimiento económico son cada vez más evidentes. No podemos tener personas sanas en un planeta enfermo, y el papel de las empresas es clave para conseguirlo. Por lo que mi recomendación de lectura es el libro “Net positive: How courageous companies thrive by giving more than they take” escrito por el exCEO de Unilever, Paul Polman, y una de las voces más autorizadas del mundo sobre sostenibilidad corporativa, Andrew Winston, en el que defienden que las empresas del futuro se beneficiaran solucionando los problemas del mundo, no creándolos.