El servicio de estudios de BBVA prevé una aceleración del crecimiento en 2025, hasta el 2,5%. En todo caso, el sesgo en los próximos dos años es a un menor crecimiento, como resultado de la incertidumbre sobre el deterioro en la actividad en la eurozona, del complejo contexto geopolítico y de las dudas que genera el potencial alcance de las políticas económicas delineadas en los acuerdos para formar gobierno en España.
Según la última presentación del informe Situación España, publicado este jueves, el escenario de crecimiento previsto implica la reducción de la inflación a niveles que, junto con la mejora de la renta disponible de los hogares, permitirían una recuperación de parte del poder adquisitivo perdido en los últimos dos años. Además, se estima que los tipos de interés en EE. UU y en Europa han alcanzado un techo y que puedan comenzar a disminuir durante la segunda mitad de 2024.
El crecimiento del PIB en España en el cuarto trimestre podría estar alrededor del 0,2% trimestral, lo que implicaría que el promedio del año acabará en el 2,4%. Esta cifra se encuentra en línea con el escenario de BBVA Research publicado en octubre. La evolución de la afiliación a la Seguridad Social apunta a que el ritmo de creación de empleo se mantendría durante la última parte del año. Esto, a pesar del impacto negativo que ha causado la volatilidad del ciclo político a la contratación de las administraciones públicas, en un entorno donde resisten tanto la hostelería como las manufacturas.
“Tanto los datos de la contabilidad nacional trimestral, como la información en tiempo real, confirman un cambio en la composición del crecimiento durante los últimos meses, donde el consumo doméstico ha ganado participación, en detrimento de las exportaciones, que han caído o se han estancado, y de la inversión privada, que no muestra tendencia alguna”, señalan los economistas de BBVA Research. “En todo caso, el final de 2023 está trayendo una moderación en el avance del gasto de las familias”.
Los economistas de BBVA consideran que la contribución de la demanda externa al crecimiento se verá restringida por el entorno de elevados costes energéticos y financieros, el menor avance en los principales socios comerciales y la falta de capital humano. Conforme se ha reducido la tasa de paro, a las empresas les ha costado cada vez más encontrar trabajadores con una formación en línea con lo que necesitan. La positiva evolución de las exportaciones de servicios no turísticos puede encontrar obstáculos también en esta falta de cualificación.
El precio de la vivienda se mantiene al alza
“En todo caso, comienza a ser determinante para el atractivo inversor de la economía española el elevado coste de la vivienda, sobre todo en las ciudades donde más se expanden estos servicios de alto valor añadido”, afirman. A corto plazo, varios factores impedirán que las tensiones que se observan en el mercado residencial se reviertan. En particular, la falta de suelo urbanizable, la escasez de mano de obra, la inseguridad para los arrendadores derivada de los recientes cambios legislativos, junto con la fortaleza del empleo, auguran que los precios continuarán aumentando en un entorno donde la oferta seguirá creciendo por debajo de la demanda.
La inversión puede verse especialmente afectada por un entorno de tipos de interés elevados, un efecto tractor menos significativo de lo esperado por parte de los fondos NGEU y la incertidumbre sobre la política económica, señalan los economistas de BBVA. Por un lado, la lentitud en la licitación y adjudicación de los proyectos apuntan a que la contribución al crecimiento de estos recursos en el período 2023 a 2025 estará por debajo de lo inicialmente estimado. Por el otro, la política económica añade incertidumbre sobre la evolución futura de los costes laborales, de la carga fiscal y del coste de financiación del Tesoro.
"La inversión puede verse especialmente afectada por un entorno de tipos de interés elevados, un efecto tractor menos significativo de lo esperado por parte de los fondos NGEU y la incertidumbre sobre la política económica"
Impacto de la reducción de la jornada laboral sobre el PIB
BBVA Research afirma que la reducción de jornada laboral máxima legal que se plantea para 2024 y 2025 puede tener efectos significativos en la actividad y el empleo, sobre todo para algunos sectores y colectivos. A falta de conocer los detalles, las estimaciones preliminares del servicio de estudios de BBVA indican que, de no tomarse medidas compensatorias que alivien la tensión en los costes laborales (que se estiman que pueden aumentar en torno a un 1,5% del PIB), el recorte del tiempo de trabajo podría restar en torno a seis décimas al crecimiento medio anual del PIB durante el próximo bienio y ocho décimas al del empleo.
Los economistas destacan, además, que no se ha producido un acuerdo a nivel europeo sobre las nuevas reglas fiscales que regirán durante los próximos años. Los próximos Presupuestos Generales del Estado probablemente se aprobarán ya entrado 2024, lo que hará que el ambicioso proceso de consolidación fiscal tenga que producirse en menos de 12 meses, potenciando su efecto negativo sobre la actividad.
"El recorte del tiempo de trabajo podría restar en torno a seis décimas al crecimiento medio anual del PIB durante el próximo bienio y ocho décimas al del empleo"
Revisión a la baja del PIB de la zona euro
BBVA Research ha revisado 0,3 puntos porcentuales a la baja la previsión de crecimiento para la zona euro y España en 2024, hasta el 0,7% y el 1,5%, respectivamente. “Persisten las caídas de la actividad en varios países de Europa, particularmente en la industria. La diferencia en el crecimiento del PIB entre España y Alemania tiene que ver con la mejor evolución del sector servicios y su mayor peso en la primera de las dos economías”, apunta el informe. BBVA Research recuerda que el tono de la política fiscal en Europa en 2024 será contractivo por primera vez desde el inicio de la pandemia. Asimismo, el Banco Central Europeo tendrá que asegurarse de que la disminución reciente de la inflación será sostenida en el tiempo. Esto impedirá que los tipos de interés de política monetaria bajen antes del segundo semestre del año.
En 2025 se espera una mejora del crecimiento, en línea con la que se observaría en el conjunto de la eurozona. El avance del PIB en la UEM podría pasar del 0,7 al 1,7% en 2025 a medida que las empresas vayan adaptándose a costes energéticos más elevados. El PIB de España podría crecer un 2,5% en el ejercicio. BBVA Research destaca que la posición del sector turístico mejorará en los próximos meses, al tiempo que se espera una aceleración de las exportaciones, en general, gracias a la recuperación de la zona euro. Asimismo, el consumo de los hogares se verá apoyado por la recuperación de parte del poder adquisitivo perdido en 2022 y 2023.