El precio máximo de venta al público de la bombona de butano se situará en 16,67 euros a partir de mañana martes, lo que supone un encarecimiento del 4,91%, el tercero después de seis bimestres consecutivos (doce meses) de bajadas, según informan fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica.
Esta revisión bimestral, publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de este lunes, se calcula en función del coste de la materia prima (propano y butano) en los mercados internacionales, así como del coste de los fletes (transporte) y la evolución del tipo de cambio euro-dólar.
Por otra parte, la revisión del precio de la bombona, bien sea al alza o a la baja, está limitada al 5%, y el exceso o defecto de precio se acumula para su aplicación en posteriores revisiones.
El incremento de esta última revisión se debe principalmente al encarecimiento de las materias primas (+4,88%), así como a la leve depreciación del euro frente al dólar (-0,05%) en los dos últimos meses, aunque podría haber sido superior si no fuera por la fuerte caída del precio de los fletes, que ha sido del 47%.
El precio máximo de venta de los gases licuados del petróleo envasados (GLP) en envases de entre 8 y 20 kilos (la tradicional bombona de butano) no está liberalizado y se revisa cada dos meses, por lo general el tercer martes del mes, por Resolución de la Dirección General de Política Energética y Minas.
El Real Decreto-Ley 11/2022, de 25 de junio, limitó el precio máximo de la bombona de butano a 19,55 euros, medida que el Real Decreto-ley 8/2023 prorrogó el pasado mes de diciembre hasta el 30 de junio de 2024. Este precio máximo se alcanzó por última vez en la revisión del 19 de septiembre de 2022.
El gas licuado de petróleo (GLP) envasado es una mezcla de hidrocarburos, principalmente compuesta de butano, que sirve como alternativa al gas natural para su consumo energético en envases a presión, especialmente en poblaciones o núcleos urbanos sin conexión a la red de gas natural.
En la actualidad, cada año se consumen 64,5 millones de envases de GLP de distintas capacidades, explican desde el Ministerio, y añaden que es un combustible en retroceso, ya que su consumo ha descendido más de un 25% entre 2010 y 2021.
