La cesta de la compra sigue en aumento. El incremento se debe a los precios, que llevan dos años subiendo de forma considerable. Así, una compra de 56 euros de 2019 ahora asciende a cerca de 95 euros, es decir, un 71% más cara.
El análisis se basa en precios reales extraidos de páginas de supermercado, utilizando una herramienta que permite ver la misma página en años anteriores.
Para descubrir estos datos y entender mejor el impacto económico en los hogares, Raisin ha realizado un estudio detallado de los precios actuales en supermercados. Los productos analizados incluyen lácteos; fruta; verdura; huevos; pasta y arroz ; legumbres; carne; pescado; café y cacao, y cereales.
Cabe destacar que este análisis se enfoca exclusivamente en alimentos, excluyendo otros productos básicos como artículos de higiene personal (champú, papel higiénico, jabón) y productos de limpieza (detergente para la ropa, detergente para platos), lo que implica que el costo total real de una cesta de la compra sería mayor al reflejado a continuación.
Como evidencian los datos, España ha experimentado una notable fluctuación en los precios de productos básicos entre 2019 y 2024, reflejando un incremento medio del 71% en costos en una cesta de la compra estándar que incluye alimentos esenciales como frutas, verduras, carne y lácteos.
Además, también se ha observado cómo algunas empresas han optado por reducir las cantidades ofrecidas a precios similares a los anteriores, una táctica conocida como 'reduflación'. Aunque no altera el precio, disminuye la cantidad recibida, afectando indirectamente al consumidor que obtiene menos producto por el mismo precio.
Aunque nominalmente los salarios están aumentando, la realidad es que el poder de compra se está erosionando significativamente. Esto afecta especialmente a las familias de ingresos medios y bajos, quienes destinan una mayor proporción de sus ingresos a necesidades básicas.
Por ejemplo, para mantener el gasto en el nivel de 2019, en 2024 habría que reducir significativamente el número de productos adquiridos, aun cuando se contemple el aumento salarial. Esto demuestra que, aunque hay un incremento nominal en los ingresos, este no es suficiente para compensar la subida del 71% en el precio de la cesta básica.
Si observamos específicamente el salario mínimo interprofesional (SMI), este ha aumentado de 900 euros en 2019 a 1,134 euros en 2024, lo que representa un aumento del 26% en cinco años. Aunque esto parece un incremento considerable, no se acerca al aumento del costo de la cesta de la compra. Esto refleja una desconexión entre el crecimiento de los salarios y el ritmo de inflación, lo que resulta en un poder de compra reducido para muchos consumidores en España.
“Es mucho más fácil entender el impacto que la inflación tiene en la capacidad de compra cuando lo ejemplificamos en productos que todo hogar compra frecuentemente”, dice Mónica Pina Alzugaray, responsable de Raisin España. “Los salarios siguen sin sincronizarse con las variaciones del IPC, lo que impacta directamente en el poder adquisitivo. Es decir, si queremos seguir comprando los mismos productos, la capacidad de ahorro será mucho menor”