El 20% de las empresas españolas confirma que ha sufrido impagos significativos durante 2022, lo que supone un deterioro de cuatro puntos frente a los niveles de impacto de la morosidad de hace un año. Este es uno de los datos más relevantes que se desprende de la oleada de primavera del Estudio de la Gestión del Riesgo de Crédito en España, que impulsan Crédito y Caución e Iberinform, en el que han participado los gestores de cerca de 800 empresas de todos los tamaños y sectores.
El 85% de las empresas españolas percibe el impacto del entorno económico en el riesgo de crédito de su cartera comercial. ¿Qué eventos están deteriorando de manera significativa el comportamiento en pagos y los niveles de solvencia de las carteras de clientes? Una de las novedades de 2023 es la perturbación provocada por el endurecimiento de las políticas monetarias de los bancos centrales: el incremento de los costes financieros (señalado por el 43% de las empresas) se convierte en el tercer factor desestabilizador del riesgo de crédito comercial, cuando hace un año era irrelevante.
El incremento general de la inflación (señalado por el 67% de las empresas), seguido por los costes de la energía (57%) se mantienen como los principales factores desestabilizadores del riesgo de crédito en 2023. La evolución de los precios de los insumos es crítica para el deterioro de los pagos y la solvencia, ya que las empresas repercuten parte de estos incrementos contra sus márgenes al no trasladarlos de forma directa a sus precios finales y afrontan, además, caídas en la demanda de las familias.
Son también relevantes los problemas en la cadena de suministro (citados por el 31% de las empresas) y las tensiones geopolíticas (21%).