Esta Navidad, CaixaBank, en colaboración con la Obra Social “la Caixa” a través de su programa CaixaProinfancia planta de nuevo el Árbol de los Sueños en sus oficinas, en su sede corporativa, en sus filiales y en otras empresas que participan en esta iniciativa.
Este proyecto pretende conseguir que se cumplan pequeñas ilusiones de cerca de 25.000 niños y niñas en riesgo de pobreza o exclusión social. Se estima que, en España, los menores en esa situación alcanzan la cifra de 2,2 millones.
Más de 400 entidades sociales del país, colaboradoras del programa CaixaProinfancia e involucradas en la tarea de mejorar la situación de la infancia, se han ofrecido para colaborar en la elaboración de las miles de cartas en las que los niños que tutelan o atienden expresan su deseo para estas navidades.
CaixaBank, a través de su Acción Social y en colaboración con la Obra Social “la Caixa”, impulsa a lo largo del año acciones diversas para tratar de paliar necesidades sociales urgentes, implicando directamente a los equipos de su red de oficinas. Promociona el voluntariado con finalidades sociales entre sus empleados y clientes, y canaliza, por medio de su red comercial, miles de ayudas económicas de la Obra Social “la Caixa” a entidades sociales locales que necesitan apoyo para sus proyectos y funcionamiento.
La pobreza infantil es un problema social enquistado de compleja solución, al que la Obra Social “la Caixa” destina importantes recursos mediante su programa CaixaProinfancia, que aspira a romper el círculo de la pobreza hereditaria apoyando la educación. Atender un deseo expresado por una niña en una carta a los Reyes es una manera de contribuir a su bienestar.
A partir del próximo lunes, 25 de noviembre, en 1.400 oficinas de CaixaBank se erguirá un Árbol de los Sueños, fabricado con cartón reciclado. En su superficie se adhieren unas redondelas con forma de bola de Navidad con el nombre de pila y la edad de un niño o de una niña.
Quien quiera materializar la ilusión de ese niño, tiene que desprender una de estas redondelas y pedir a un empleado de la oficina que le entregue la carta correspondiente; en ella expresará su deseo concreto: un juguete, alguna prenda de ropa u otro objeto. Al poseedor de la carta le toca buscarlo, adquirirlo y llevarlo a la oficina, depositándolo al pie del Árbol no más tarde del 13 de diciembre.