CaixaBank ha obtenido en el primer trimestre del año un beneficio neto de 90 millones de euros, un 83,2 % menos que en el mismo período de 2019, tras realizar una provisión extraordinaria de 400 millones por la COVID-19, y ha dejado sin efecto los objetivos financieros previstos para 2021 por el impacto de la pandemia.
Desde la declaración del estado de alarma y hasta el 23 de abril, más de 147.000 clientes han solicitado una moratoria y la entidad ha gestionado 95.000 peticiones de aplazamiento hipotecario y 125.000 de consumo -cada cliente ha podido pedir más de una moratoria-, que afectan a una cartera con un importe de unos 8.500 millones de euros.
En este período, la entidad ha concedido 14.000 millones de euros al sector empresarial, al margen de las líneas ICO, destinados a la financiación de grandes empresas, pymes, autónomos y emprendedores.
En cuanto a las líneas ICO, desde el inicio de su comercialización el banco ha tramitado 128.700 solicitudes por un importe de 11.140 millones, de los que 3.700 millones ya han sido abonados, según ha informado este jueves CaixaBank.
Como consecuencia del aumento de la financiación a las empresas, el crédito a la clientela bruto ha alcanzado hasta marzo los 231.367 millones, un 1,7 % más en el trimestre.
El crédito a particulares ha disminuido un 1,6 %. En concreto, el crédito al consumo ha crecido un 1 %, mientras que el hipotecario ha disminuido un 0,9 % en el trimestre, "con un ligero impacto" derivado de la menor producción hipotecaria en la segunda quincena de marzo.
Por otro lado, los recursos de clientes han bajado un 2 %, hasta los 376.560 millones, debido principalmente a la evolución negativa de los mercados, que afecta a los activos bajo gestión, que ha disminuido hasta los 92.343 millones.
CaixaBank mantiene abierta durante la crisis del coronavirus el 90 % de su red comercial, aunque ha implantado diversas medidas de seguridad para proteger a clientes y empleados, como turnos de teletrabajo o flexibilidad horaria.
Entre enero y marzo, los ingresos del negocio bancario se han situado en 1.858 millones, un 0,48 % más, con un incremento del 7,6 % de las comisiones netas, hasta los 658 millones, y una bajada del 3 % del margen de intereses, hasta los 1.200 millones, por la menor aportación de la cartera crediticia y de renta fija, en un entorno de tipos de interés negativos.
El margen bruto se ha situado en 1.983 millones, un 6 % menos, por la evolución de los mercados y la menor contribución de las participadas, que han aportado 56 millones, un 47,6 % menos.
Por su parte, el epígrafe de pérdidas por deterioro de activos financieros y otras provisiones "está impactado por la prudencia", según CaixaBank, ya que "se refuerzan las provisiones para riesgo de crédito ante el nuevo escenario económico por un importe de 400 millones de euros, que se irán actualizando los próximos meses con una nueva información disponible".
Para calcular esta provisión, la entidad ha utilizado escenarios con previsiones internas y otras proyecciones macroeconómicas alternativas, con distintos niveles de severidad.
CaixaBank ha provisionado, asimismo, 109 millones asociados a las prejubilaciones acordadas en febrero para 229 empleados. La entidad cuenta actualmente con unos activos líquidos totales de 96.227 millones y una ratio Common Equity Tier 1 del 12 %.
CaixaBank, que a causa de la crisis del coronavirus ha decidido reducir el dividendo previsto con cargo al ejercicio 2019 y modificar la política de retribuciones para 2020, pasando a la distribución de un dividendo en efectivo no superior al 30 % del beneficio neto, mantiene estable la tasa de morosidad, que se ha situado en el 3,6 %, y la ratio de cobertura ha aumentado hasta el 58 %, tres puntos más que en el trimestre anterior.
La cartera de adjudicados netos disponibles para la venta en España es de 961 millones, con una ratio de cobertura del 40 %, mientras que la cartera de alquiler se ha situado en 2.029 millones. Hasta marzo, las ventas de inmuebles han totalizado 95 millones de euros.