El consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, ha asegurado que diez años después del estallido de la crisis, la banca europea ha mejorado mucho, pero aún tiene cosas por hacer, como completar la unión bancaria y mejorar el entorno regulatorio, especialmente la protección al consumidor.
En su comparecencia en la comisión que estudia en el Congreso el origen de la crisis y el rescate de la banca, Gortázar también ha destacado la necesidad de mejorar el sistema actual de "recuperación y resolución" de entidades y minimizar los riesgos.
"Creo que los bancos tenemos muchas cosas que corregir", entre ellas "aspectos de transparencia, gobernanza, prácticas comerciales, competitividad y responsabilidad social", dijo, pero también destacó que ya hay "importantes iniciativas en marcha", que los avances son "tangibles" y que "no hay vuelta atrás".
En cuanto a la unión bancaria, el consejero delegado de Caixabank considera "imprescindible" que los depósitos estén protegidos a nivel europeo, para "romper el círculo vicioso entre el riesgo soberano y el bancario, que se ha visto que puede ser letal para los sistemas bancarios, las economías y para el propio euro".
Y para avanzar en esta unión, ha recordado que el sector debe converger con el resto de países en factores como "la disminución de activos problemáticos o la reducción del déficit y la deuda de las administraciones públicas".
También pidió un entorno regulatorio "claro y estable", con un énfasis especial en las normas que afectan a la protección del consumidor.
"Como entidades, preferimos reglas claras y predecibles, aunque sean menos favorables, que la inseguridad jurídica actual, que ha llevado a la paralización generalizada de los procedimientos hipotecarios", ha dicho.
Y "aunque sea más dura la nueva legislación, debe ser suficientemente protectora de la garantía hipotecaria para que los bancos sigan financiando, en condiciones muy competitivas, hipotecas a largo plazo", explicó, antes de pedir que la legislación fomente la concesión de hipotecas a tipo fijo.
Gortázar también mencionó entre las tareas pendientes la necesidad de recuperar la reputación del sector y restablecer la confianza de sus clientes pues sin ambas cosas "no se puede gestionar el negocio de forma sostenible".
Por último, recordó que CaixaBank "no ha costado dinero al contribuyente", sino que ha contribuido a la solución de la crisis en más de 4.300 millones de euros a través de las aportaciones al fondo de garantía y al fondo único de resolución (FGD/FUR), el repago de las preferentes de Banca Cívica y la inversión en Sareb.
