La filial española del BBVA obtuvo un beneficio de 745 millones de euros en la primera mitad del año, casi siete veces más que los 108 millones ganados un año antes, debido a los menores saneamientos y a la actividad comercial.
Estos resultados representan un 39% del beneficio total del grupo en el periodo, 1.911 millones de euros, y se mantienen en segunda posición en cuanto a aportación por áreas geográficas, aún muy lejos de los 1.127 millones de euros ganados por la filial mexicana.
El crédito a la clientela no dudoso creció un 1,1% en España, hasta 167.265 millones respecto a diciembre, principalmente por el incremento del 4,6% del crédito al consumo incluyendo tarjetas de crédito; así como el concedido a pymes, que aumentó un 4,4% y a instituciones, que creció un 14,3%. Por su parte, los créditos hipotecarios se redujeron ligeramente en el semestre, un 0,4%.
En cuanto a la calidad crediticia, las tasas de mora y de cobertura se situaron en el 4,2% y 64%, respectivamente, a cierre de junio de 2021. Los recursos totales de la clientela bajaron casi un 1% respecto a diciembre de 2020, debido a la disminución del 3% de los depósitos de la clientela, que pesó más que el crecimiento de casi el 6% de los recursos fuera de balance.
En cuanto a los principales márgenes de la cuenta de España, el de intereses -que incluye casi todos los ingresos- bajó el 2,2%, hasta 1.762 millones, afectado por el entorno de tipos de interés a la baja y compensado solo parcialmente por los menores costes de financiación, igual que el trimestre anterior.
Las comisiones netas aumentaron un 16,5% interanual, favorecidas por una mayor contribución de los ingresos asociados a servicios bancarios, a la gestión de activos y a la actividad de seguros, explica el banco.
De esta forma, el margen bruto subió un 5,1%, hasta los 3.057 millones, en tanto que el neto se situó en 1.557 millones tras crecer un 13,2%, en parte gracias al recorte del 2,2% de los gastos de personal y generales y por las menores amortizaciones.
La partida de provisiones y otros resultados cerró en -202 millones de euros que contrastan con los -365 millones de euros del mismo período del año anterior, que recogía dotaciones para hacer frente a potenciales reclamaciones, explica la entidad.
En cuanto a los costes asociados al proceso de reestructuración, que sumaron 696 millones de euros, la entidad los recoge íntegramente en la cuenta de resultados del Centro Corporativo, que arrojó unas pérdidas de 708 millones de euros.