Gálvez se marcha del Real Murcia por la puerta de atrás; Chema Almela, presidente interino
La salida de Gálvez, que deja a los futbolistas tres meses sin cobrar y seis al resto de empleados, pone fin a uno de los capítulos más penosos en la historia del club, marcado por las continuas salidas de tono, promesas incumplidas y hasta proyecto frustrado de 'pelotazo'. La ruina grana es tal que hasta ha perdido la página web por no haber pagado el dominio
Tras varios meses de incumplimientos en los pagos en las nóminas de futbolistas y resto de personal del club, tras varios desplantes con aficionados, y después de provocar una contestación social con pocos precedentes en la historia grana, el oriolano Víctor Gálvez ha acabado saliendo del Real Murcia por la puerta de atrás.
El empresario, que hace unos meses se presentó como salvador del conjunto pimentonero, y que alardeó y hasta se pavoneó de tener músculo financiero para salvar a la entidad de la gravísima situación económica en la que se encuentra, se marcha sin haber pagado ni una sola nómina en la presente temporada a los futbolistas y adeudando siete nóminas al resto del personal del club, pocos días después de que hasta los propios jugadores convocasen una rueda de prensa para solicitar su dimisión.
Gálvez se va junto con su hijo, quien ha ejercido como director general del club, y junto a Toni Hernández, director deportivo, dejando el club en manos de la 'Plataforma de Apoyo al Real Murcia', un grupo de aficionados que en las últimas fechas trató de conseguir fondos vendiendo 'pulseras solidarias' para ayudar a pagar las deudas con empleados y futbolistas, recaudando varias decenas de miles de euros.
NUEVO CONSEJO. Después de una reunión mantenida entre miembros de esta plataforma y Víctor Gálvez este lunes por la tarde, se ha pactado la salida de este último, así como de todos sus colaboradores. El nuevo consejo, que se configura por el método de la cooptación, estará formado por cinco miembros de la plataforma: el letrado Gabriel Torregrosa, Enrique López y el empresario Stefan Settels, que actuarán como vocales, y el también letrado Higinio Pérez, que ejercerá como secretario.
También se ha acordado que será el médico José María Almela, director médico del hospital público Lorenzo Guirao de Cieza, quien ejerza como presidente.
El nuevo presidente ha asegurado que su misión será "supervisar la ampliación de capital para que el quiera ayudar al Real Murcia pueda hacerlo".
Asimismo, los nuevos consejeros han asegurado que su presencia será temporal, pues "nuestro mandato acabará en la próxima junta de accionistas, ahí el máximo accionista elegirá a sus consejeros". Los consejeros, no obstante, no han aclarado si inscribirán al mexicano Mauricio García de la Vega, quien adquirió las acciones del club a Raúl Moro, en el libro de accionistas, sino que, llegado el momento, solicitará a ambas partes discrepantes la documentación de que dispongan y la evaluarán.
LA ERA VÍCTOR GÁLVEZ: SALIDAS DE TONO, LADRILLO FRUSTRADO Y PROMESAS INCUMPLIDAS. El relevo de este lunes pone fin al ciclo de Víctor Gálvez al frente del Real Murcia, que será recordado como uno de los presidentes más oscuros de la centenaria historia del club murciano. Llegó a la presidencia la pasada primavera, aprovechando las penurias económicas del club grana: apoyó financieramente al anterior propietario, Raúl Moro.
Con la complicidad de parte del consejo de administración, fue nombrado presidente aduciendo que la venta de la mayoría accionarial de Moro al mexicano De la Vega no era válida, y que él compraba las acciones. Una vez instalado como presidente, colocó a su hijo como director general y a Toni Hernández como director deportivo. Hernández era representante de la firma deportiva que viste al Real Murcia y consiguió que su sueldo lo siguiese pagando esta empresa.
Gálvez convirtió sus comparecencias en la prensa en 'shows' llenos de salidas de tono, e incluso insultos y amenazas, especialmente cada vez que De la Vega conseguía una nueva victoria en los tribunales del deporte demostrando que su compra de acciones era válida.
Gálvez, quien alardeaba de tener músculo financiero para sanear al Real Murcia, planeó construir una ciudad deportiva para el Real Murcia, un proyecto farónico con un presupuesto de 40 M€ que fue desvelado en primicia por Radio Marca Murcia y Murciadiario, que se quedó en un proyecto sobre plano.
El ya ex presidente se ha marchado sin aclarar en qué gastó el dinero recaudado con los abonos de esta temporada (y que obligó a los aficionados a pagar al contado, sin permitir usar tarjeta de crédito ni transferencia bancaria) y con el turbio affaire de la sociedad Puro Fútbol Consulting. Esta sociedad, con sede en Valencia, ha sido la encargada de recibir los cobros por patrocinios y publicidad del Real Murcia en los últimos meses, a pesar de que no tiene vinculación alguna con el club grana y sí con el hasta ahora director deportivo, Toni Hernández, que es el apoderado de la misma. Ni Hernández ni el club hicieron ninguna aclaración al respecto, y por tanto se desconoce si esos fondos han acabado en el club o no, ni la razón de por qué se pidió a las empresas que hicieran ingresos en una sociedad ajena al Real Murcia.
Lo cierto es que la era Gálvez se cierra con los futbolistas sin cobrar las tres últimas mensualidades y algunos de ellos tanteando la posibilidad de resolver su contrato unilateralmente, y con el resto de empleados acumulando seis mensualidades de impagos. La ruina económica del club llega a tal extremo que ha dejado de tener página web al no haber pagado el dominio.