El presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, ha pedido este miércoles reformas "de calado" para mejorar la productividad de la economía española y asegurar el éxito de los fondos europeos Next Generation.
Durante su participación en un acto de la Fundación Conexus Madrid-Comunidad Valenciana, Goirigolzarri se ha referido a las reformas del "sistema laboral, de las pensiones o de las regulaciones que no propician la creación de nuevas empresas y establecen barreras a una sana competencia". Además, ha asegurado que la utilización de los fondos europeos debe tener una visión "amplia y no cortoplacista" y que estos deben gestionarse con una enorme transparencia, tanto en la inversión como en los resultados.
Según el presidente de CaixaBank, "de esta crisis solo saldremos más fortalecidos si es el sector empresarial el que lidera la recuperación", ya que "son las empresas y los empresarios los verdaderos creadores de valor y el motor de la economía". Por eso, "apoyar el tejido productivo es, sin duda, la mejor forma de asegurar el estado del bienestar, la cohesión social y la recuperación socioeconómica" en España.
Y para ello, la banca "puede y debe jugar un papel de enorme relevancia" en la canalización de los Fondos Next Generation", gracias a su capacidad para movilizar "enormes cantidades" de dinero y también a la capilaridad con la que cuentan para que esos fondos lleguen a todo tipo de empresas.
El sector bancario "y desde luego CaixaBank", están dispuestos a aportar todas sus capacidades y su compromiso a la tarea, por ejemplo "adelantando fondos hasta que se reciban de Bruselas y complementarlos cuando las empresas necesiten inversiones adicionales para desarrollar sus proyectos".
En este contexto, ha indicado, "desde CaixaBank nos estamos ofreciendo a las distintas administraciones para que todos nuestros clientes -reales o potenciales- puedan beneficiarse con la mayor celeridad de los fondos Next Generation".
El que fuera presidente de Bankia hasta la reciente fusión con CaixaBank ha explicado que esa unión fue precisamente la forma que encontraron ambos bancos para "apoyar a la sociedad española", desde una entidad mayor, mejor capitalizada y con mayor diversificación en la generación de ingresos.
"Queremos liderar la transformación del sector financiero que se avecina con un modelo peculiar, muy cercano a la sociedad, a las familias y a las necesidades de las empresas", y no tanto con números sino con una forma de hacer las cosas, ha dicho.
La entidad producto de la fusión está inmersa en un expediente de regulación de empleo (ERE) que prevé la salida de 6.452 trabajadores, al que en principio se han apuntado 8.246 de forma voluntaria.
EL ESTADO, LIBRE PARA DECIDIR CUÁNDO SALIR DEL BANCO. Goirigolzarri se ha referido también al 16 % que el Estado, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), tiene en CaixaBank como consecuencia de su participación en el capital de Bankia. "Los equipos directivos tenemos que trabajar mucho, tener buenos resultados, y los accionistas tienen la obligación de decidir durante cuánto tiempo quieren mantener su inversión y cuándo quieren vender", ha afirmado. Por lo tanto, "no voy a hacer recomendaciones al accionista sobre cuándo quiere invertir o desinvertir".
En cuanto a la estrategia, el presidente de CaixaBank ha insistido en que no está "ni en la mesa ni en el pensamiento una cosa distinta" que no sea culminar la integración entre ambas entidades, y ha descartado que, a día de hoy, se estén estudiando posibles operaciones con otros bancos. "Tenemos un banco fusionado, un consejo que está funcionando muy bien, la organización funcionado, un acuerdo con los trabajadores...¡Bastante trabajo tenemos!", ha concluido Goirigolzarri.