El Ministerio de Educación (MEFPD) ha seleccionado 21 nuevos centros públicos entre los candidatos a la convocatoria de ayudas abierta el pasado mes de septiembre, para formar parte de la Red Estatal de Centros de excelencia de Formación Profesional. Con estas incorporaciones, son ya 66 los centros que la conforman. Entre los 21 seleccionados se encuentran 2 de las Región, el CIFP Arsenio Sánchez (FREMM), que recibirá 750.000€ y el CIFP Politécnico de Cartagena, que se hará con 1 millón de euros.
Los seleccionados recibirán una financiación de 20 millones de euros procedentes del componente 20 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que se suman a los 41,6 millones de euros invertidos en 2022 para la puesta en marcha de la red. Los fondos servirán para costear los planes y proyectos de incorporación a la iniciativa. Son las administraciones autonómicas las perceptoras de la inversión y responsables de la justificación.
Estos centros imparten ofertas de Formación Profesional vinculadas al Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales y pertenecen a sectores profesionales predefinidos.
Los integrantes de esta red se encargan de desarrollar procesos de transformación digital y metodológica, de organizar acciones de formación del profesorado a nivel estatal, de llevar a cabo proyectos de innovación e investigación aplicada, o de colaborar en la detección de necesidades de perfiles en los distintos sectores productivos, entre otros. Cabe destacar que mantienen una estrecha colaboración con las empresas de su entorno más cercano, asociaciones empresariales y sindicales, así como con otros centros de formación y entidades del tercer sector.
En definitiva, estos centros son dinamizadores de la innovación en todo el territorio, creadores de entornos de innovación, investigación y emprendimiento, e impulsores de la internacionalización en el ámbito de la Formación Profesional, ejes fundamentales del nuevo modelo de FP impulsado por el ministerio que dirige Pilar Alegría.
La iniciativa, puesta en marcha en 2022, responde a la apuesta de la nueva Formación Profesional por la transformación metodológica y digital de los espacios y equipos de los centros, la incorporación de tecnología disruptiva aplicada, o el trabajo en red, entre otros.