Una veintena de alumnos de la asignatura de Vehículos de propulsión eléctrica de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) han reconvertido en coche eléctrico un vehículo de combustión de la escuela de Industriales que desde ahora cuenta con un eje trasero impulsado por un motor conectado a un inversor y a unas baterías.
“Los estudiantes han modificado la suspensión, diseñando y soldando los trapecios y cambiando amortiguadores y frenos”, explica el profesor Roque Torres.
“Las baterías se han dimensionado en base a un ciclo de uso urbano, típico de estos antiguos vehículos a los que se les da una nueva vida convirtiéndolos en eléctricos”, añade el investigador de la Politécnica, recordando que esta práctica “es habitual desde hace años en Estados Unidos y en España cada vez hay más empresas que electrifican vehículos a partir de chasis desnudos”.
Una tendencia que, augura, "veremos cada vez más para usos urbanos, como vehículos de limpieza, en entornos donde es especialmente importante evitar emisiones y ruidos".
El alumnado de la asignatura de este año ha rematado la electrificación del vehículo configurando el inversor y ajustado el acelerómetros, han cambiado los pedales por unos magnéticos y han diseñado e impreso en 3D los botones de encendido y de marcha adelante y marcha atrás.
Estos estudiantes cursan la intensificación en Vehículos eléctricos del máster habilitante para ejercer la profesión de ingeniero industrial. “Todo gira hacia trabajar en el futuro con motores eléctricos”, comenta el alumno erasmus Tommaso Martone, resaltando los conocimientos prácticos adquiridos en la asignatura. “Todo lo que hemos aprendido ha sido práctico”, confirma su compañera Arantxa Segado, para quien también la propulsión eléctrica de vehículos “está a la orden del día”.
A la reconversión del vehículo también han contribuido otros profesores de esta intensificación como Juan Álvaro Fuentes, Antonio Mateo y José Antonio Villarejo. “Y todo comenzó por el empeño del entonces director de la Escuela de Industriales, Antonio Guillamón”, recuerda Roque Torres.
