La Región se encuentra entre las cinco comunidades que registraton déficit a cierre de agosto, con una necesidad de financiación de 302 M€, un 0,77% del PIB, encontrándose por delante la Comunidad Valenciana (699 millones), Madrid (458), Cataluña (303) y por detrás Castilla La Mancha, quinta y última comunidad con déficit en dicho periodo; de acuerdo con los datos de ejecución presupuestaria publicados este lunes por el Ministerio de Hacienda.
El déficit del conjunto de las administraciones públicas -salvo las corporaciones locales- ascendió a 29.930 millones de euros en los ocho primeros meses del año, un 3,9 % más que en el mismo periodo de 2022, debido al aumento de los gastos.
A pesar de ello, el crecimiento de la economía ha permitido reducir la ratio de déficit sobre el PIB casi una décima, hasta el 2,05 % del PIB.
En los ocho primeros meses del año los gastos públicos aumentaron en 25.441 millones -impulsados por prestaciones sociales, consumos intermedios, remuneración de asalariados e intereses de la deuda-, mientras que los ingresos lo hicieron solo en 24.314 millones -gracias, sobre todo, a la mayor recaudación tributaria-.
Como es habitual, la mayor parte del déficit se concentró en la administración central, con 32.845 millones, un 36,2 % más y un 2,25 % del PIB, debido al impacto de la liquidación definitiva del sistema de financiación autonómica de 2021 y, en menor medida, al mayor gasto en pensiones.
La liquidación del sistema también impactó en las cuentas de la administración regional, aunque en sentido contrario, lo que les permitió registrar un superávit de 496 millones (0,03 % del PIB), frente al déficit de 2022.
También la Seguridad Social cambió el déficit por superávit, en este caso de 2.419 millones (0,17 % del PIB), debido al menor gasto asociado a la covid y a la mejora de las cotizaciones sociales.