La consejería de Agricultura abre el período para presentar la Solicitud Única de la Política Agrícola Común (PAC) correspondiente al año 2023, mediante la cual más de 12.000 agricultores y ganaderos podrán solicitar sus pagos directos y ayudas del Programa de Desarrollo Rural, así como presentar cesiones de derechos o solicitar el acceso a la reserva nacional.
El período de solicitud finalizará el 31 de mayo, no pudiendo ser ampliado el plazo de presentación de la solicitud de acuerdo con la nueva normativa reguladora aplicable a partir de 2023. Se podrá verificar a través de la sede electrónica de la Comunidad Autónoma.
El consejero, Antonio Luengo, destacó que “este año es el primero de aplicación del Plan Estratégico de la PAC 2023-2027, y la tardanza de su puesta en marcha por el Gobierno central ha motivado el retraso de un mes en la apertura del período de solicitud tradicional, a lo que se viene a sumar el hecho de que la fecha del 31 de mayo no es ampliable, lo que estrecha los márgenes para la presentación de solicitudes”.
Luengo alertó sobre el hecho de que “dadas las novedades de aplicación, que causan una mayor complejidad en la confección de la solicitud, pedimos al sector que inicie lo antes posible la confección de su solicitud única, ya que así se facilitará que todos los agricultores y ganaderos cumplan los plazos señalados y, posteriormente, puedan ser atendidos los pagos que correspondan lo antes posible”. El objetivo de la Consejería es iniciar los pagos de los anticipos el próximo 16 de octubre de 2023, primer día posible para verificarlo.
A este respecto, el titular de Agricultura y Ganadería indicó que “es un año singular”, ya que arranca la nueva línea de ayuda básica a la renta para la sostenibilidad, que viene a sustituir al anterior régimen de pago básico; aparece una línea de ayuda absolutamente novedosa como es la ayuda redistributiva complementaria a la renta para la sostenibilidad; y se mantiene la ayuda complementaria a la renta para jóvenes agricultores.
Como novedad en el ámbito de los regímenes en favor del clima y el medio ambiente, el anterior ‘pago verde’ es reemplazado por un conjunto de líneas de ayuda con prácticas relacionadas con la agricultura de carbono o la agroecología, que persiguen mejorar la estructura de los suelos y aumentar su contenido en carbono, reducir la erosión y la desertificación, la disminución de los gases de efecto invernadero; o bien favorecer la biodiversidad asociada a espacios agrarios, los paisajes y la conservación de los recursos naturales, mediante los denominados ‘ecorregímenes’.
Por otro lado, se mantienen las ayudas asociadas a la producción, tanto por superficie como por ganadería, aunque todas presentan novedades de aplicación, como la ayuda asociada a los productores de frutos secos en áreas con riesgo de desertificación, donde se verán excluidas unas 45.000 hectáreas de almendro y algarrobo en la Región.