El protocolo familiar, también llamada carta magna o constitución familiar es el único instrumento existente en la actualidad para evitar, en lo posible, un desastre dentro de una empresa regentada por una familia, cuando afronta el cambio generacional, según se puso de manifiesto en el Desayuno del Metal, celebrado por la Federación Regional de Empresarios del Metal de Murcia (FREMM).
En España, 9 de cada 10 empresas son familiares. “La mayoría de los fracasos de una generación a otra es porque los fundadores no preparan ni a la empresa, en cuanto gestión, ni a la organización, ni a los herederos. El 70% se caen o se venden en el paso de la primera a la segunda generación. Un 20% de las que superan el cambio generacional, desaparece con la llegada de la tercera, y un 7% no superará el cambio de la tercera a la cuarta. Sólo el 3% de las empresas familiares existentes en España supera la cuarta generación y logra sobrevivir”, indicó Florencio Molinero Vaca, ponente del desayuno, Economista, Máster MBA del IESE y especialista en Empresa Familiar.
CAMBIO GENERACIONAL. Las 'claves de la sucesión en la gestión de las empresas familiares. El papel de los cónyuges', centró la intervención de Molinero, quien sostuvo que en España se está produciendo una transición de nuevas generaciones en empresas familiares, para lo que recomendó al empresariado “no tener miedo a planificar una sucesión con tiempo suficiente, cuando todavía está en condiciones físicas y psíquicas excelentes”.
También aconsejó a los asistentes que todos los miembros de la familia firmasen el protocolo para garantizar la supervivencia y gestión de la empresa.
PASOS A DAR. La ruta planteada en el Desayuno del Metal a seguir en las empresas familiares partió de la importancia de reflexionar seriamente sobre la continuidad de la empresa en el futuro, para continuar con la formación optima de los sucesores y el cambio del gobierno corporativo de la empresa, para pasar del administrador único, en el momento de la fundación, a los consejos de administración, comités directivos y consejo de familia.
SIN SENTIMENTALISMOS: "CABEZA FRÍA". Si los descendientes no disponen de una formación adecuada para gestionar la empresa familiar, Molinero instó a recurrir a la contratación de una persona ajena. “Lo que se espera de una sociedad mercantil es que cumpla unas responsabilidades sociales hacia sus trabajadores, su entorno, sean proveedores, clientes o el resto de la sociedad –a través de impuestos- y, por supuesto-la propia familia”.
Durante la charla se destacó, asimismo, el papel que juegan los cónyuges en el cambio generacional, que el ponente calificó de “fundamental”. Para comenzar, recomendó a los presentes que, si optaban por elegir a un miembro de la familia para dirigir y gestionar la empresa, hiciesen la elección por sus cualidades, actitudes y aptitudes para dirigir. Al igual que sugirió no convertir la sociedad en “reinos de taifas”. “Esto es siempre un desastre. Y no todos somos iguales”.
GARANTIZAR EL PODER ADQUISITIVO. Ante la llegada de la jubilación, Molinero propuso la creación de “Consejos de Sabios” en la empresa para tener presente la experiencia del hasta ahora dirigente. Asimismo, defendió la importancia de incluir en el protocolo familiar un compromiso de todos los sucesores en mantener el nivel de vida del que se venía disfrutando en activo, al igual que garantizar el mismo importe para el viudo o viuda, en caso de fallecimiento.
“Nadie es imprescindible y las cosas se pueden hacer de diferente forma. De todas formas, la posibilidad de una gerencia ajena a la familia, siempre existe. Y indica el título del libro de un amigo mío, hay que continuar por todos los medios y poniendo los medios”, concluyó, además de resaltar en la importancia de recurrir a profesionales para abordar un asunto tan delicado como es el cambio generacional en la empresa.
GFREMM Y AMEFMUR. Dado el alcance e interés dentro de las empresas de ámbito familiar por cuanto incumbe a la sucesión dentro de su sociedad, FREMM realizará a lo largo del año próximo un acto conjunto con la Asociación Murciana de la Empresa Familiar (Amefmur) para poner en valor este paso decisivo para las pymes de la Región.