El doctor en Telecomunicaciones por la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) Carlos Colodro, que recientemente ha defendido su tesis, ha sido contratado por el espacio de cooperación tecnológica y empresarial del Instituto de Astrofísica de Canarias (IACTEC) para el desarrollo de microsatélites.
Colodro, que participa a través de la UPCT en un proyecto de la Agencia Espacial Europea, tiene ahora por misión diseñar instrumentos esenciales para satélites pequeños, como cámaras de alta resolución. “En la convocatoria donde se ofrecía el puesto, valoraron mi experiencia en el diseño de instrumentación astronómica para el satélite Euclid”, recuerda. “Los modelos de prueba del módulo de control y comunicaciones del infrarrojo han sido validados y esperamos recibir pronto luz verde para la fabricación del equipo que será enviado al espacio”, añade.
La tesis del joven investigador cartagenero, dirigida por Rafael Toledo y codirigida por Isidro Villó y Rafael Rebolo, recoge sus aportaciones para el diseño de circuitos electrónicos con características ideadas para el espacio, como la tolerancia a la radiación, su participación en el desarrollo de un instrumento para telescopios terrestres que reduce el efecto de la turbulencia atmosférica y la creación de un algoritmo de procesado para mejorar la resolución y el contraste de las imágenes astronómicas.
Premio Nacional de Educación Universitaria y Premio Fin de Carrera y Fin de Máster por su trayectoria académica en la Politécnica de Cartagena, Colodro forma parte del grupo de investigadores de la UPCT que participa en el proyecto Euclid de la Agencia Espacial Europea.
“Todos los proyectos en los que he participado han estado compuestos por equipos multidisciplinares a lo largo de toda Europa, especialmente el del satélite Euclid, cuyo núcleo científico e instrumental implica a alrededor de 1.450 participantes. Esta colaboración internacional se materializó especialmente a través de una estancia de tres meses en el Osservatorio Astrofisico di Torino”, rememora Colodro.
“Diez años como estudiante de la UPCT dan para mucho. He evolucionado en tantísimos aspectos que ahora resulta difícil hacer balance de todo ello. Me quedo con la satisfacción de haber recibido una formación completa y de calidad, de haber tenido profesores, directores de proyecto y de tesis que me han servido de verdadera inspiración”, concluye.