El Centro Tecnológico del Metal desarrolló el año pasado más de 120 proyectos de I+D+I. La consejera, Valle Miguélez, visitó sus instalaciones donde informó de la convocatoria de ayudas destinada a los centros tecnológicos de la Región publicada en el Boletín Oficial de la Región de Murcia.
Las ayudas están dotadas con 10 millones de euros para que los centros tecnológicos realicen actividades de I+D durante dos años. Esta convocatoria tiene como objetivo que los centros puedan consolidar su crecimiento, potenciar la colaboración entre ellos y con el resto de agentes del ecosistema regional de I+D+i, y alcanzar mayores niveles de excelencia y especialización, que redunden en un mejor servicio al tejido empresarial de la Región de Murcia.
Para poder acogerse a estas ayudas, los centros tecnológicos deben cumplir una serie de requisitos como, por ejemplo, que tengan la condición de pymes, que desarrollen las actividades no económicas dentro del ámbito geográfico de Región de Murcia, o que ostenten la condición de organismo de investigación y difusión del conocimiento, entre otras. Este crédito será financiado hasta el 60% con recursos del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder).
Miguélez destacó que “si el objetivo de los centros tecnológicos es actuar como estandartes de los procesos innovadores para las empresas a las que prestan servicio, necesitan material y equipamientos ultramodernos que respondan a los desafíos y requerimientos a los que se enfrentan las empresas para mantener sus ventajas competitivas”.
En la actualidad, el Centro Tecnológico del Metal cuenta con una plantilla de 37 trabajadores, la mayoría graduados universitarios, y dos de ellos doctores especializados en el ámbito de las tecnologías y la transferencia de conocimientos, factor esencial para que la I+D+i repercuta en las empresas.
Entre los proyectos más relevantes en los que se ha trabajado en este centro estaría la investigación y desarrollo de tecnologías para una impresión 3D en hormigón; la investigación para medición de humedad en suelo, así como la mejora en el control de sistemas de riego inteligente; el estudio de la transformación de residuos plásticos en combustible y gas de síntesis mediante pirólisis o el refuerzo de propiedades físico químicas para aumentar la capacidad de protección de estructuras metálicas frente a incendios.