PwC calcula que el beneficio de las empresas se reducirá entre 450 y 562 M€ como consecuencia de la implantación del impuesto a determinados servicios digitales planteado por el Gobierno el pasado año.
De acuerdo con la documentación distribuida con motivo de la jornada sobre la fiscalidad de la economía digital organizada este jueves por Fedea, el coste asociado a este tributo -que gravaría a las grandes empresas con un 3% sobre los ingresos obtenidos por publicidad en línea, servicios de intermediación en línea y venta de datos- se trasladará a las empresas usuarias de sus servicios, lo que afectará a los consumidores.
Este análisis señala que el aumento del precio supondrá una caída de las ventas y el beneficio de las empresas, que cifra en una horquilla de entre 450 y 562 millones de euros.
A su vez, esto supondrá un descenso de la actividad económica, la inversión empresarial y el consumo, lo que mermaría el PIB entre 586 y 662 M€, según sus cálculos.
Además, el impuesto implicará un coste de adaptación al sistema, tanto por parte de las empresas como de la administración tributaria, distorsionará el mercado al perjudicar al negocio digital frente al no digital y lastrará la inversión.
