El secretario general de la Federación Regional de Organizaciones Empresariales de Transporte de Murcia (Froet), Manuel Pérezcarro, ha asegurado este martes que el corte de la autopista AP-7 en la frontera de Francia está generando entre 350 y 500 euros diarios a cada uno de los 20.000 camiones bloqueados, por lo que el coste a los transportistas puede sumar hasta 10 millones de euros al día.
En declaraciones a los medios, Pérezcarro ha precisado que el 20% de los vehículos pesados que no pueden llegar a sus lugares de destino en Europa pertenece a empresas de la Región de Murcia, al tiempo que ha calificado como una "tomadura de pelo" que el Servicio de Transportes de la Generalitat les dijera que iban a colaborar para evitar esta situación cuando lo que han hecho ha sido "prevenir" a los CDR para que los manifestantes "estuvieran allí esperándonos". "Nos han engañado", ha apostillado.
Tras mostrarse "muy cabreado" ante un "verdadero desastre" para el sector, el dirigente de Froet ha advertido de que hay 20.000 conductores "bloqueados en mitad de la carretera con unas condiciones que no tienen sentido". "Es un verdadero desastre, se puede provocar algo que nosotros no queremos y es que en una situación de desesperación puede haber altercados y armarse una buena", ha alertado Pérezcarro.
Por ello, el secretario general de la patronal del transporte regional ha pedido al Gobierno central que "actúe ya con seriedad porque esto es de una irresponsabilidad total", añadiendo que en Europa están viendo a España como un "país tercermundista". "Nuestros clientes no entienden que 200 miembros de los CDR puedan cortar los suministros de toda Europa y hemos llegado a un límite que no sabemos lo que puede pasar a partir de ahora si no nos hacen caso", ha apuntado.
Pérezcarro ha indicado que este bloqueo se produce cuando empieza la campaña de invierno, una de las más altas del año. "Esto es un desastre e insoportable y lo único que pedimos es la intervención inmediata de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado", ha apostillado antes de alertad de que los clientes europeos están derivando sus compras a mercados "más seguros", como Grecia e Italia.
Finalmente, ha remarcado que las pérdidas no sólo se generan en la mercancía que lleva el camión, que puede perder calidad por el retraso y el posible rechazo por el cliente en la recepción de los productos, sino que se pierde el viaje programado de vuelta
