Los últimos trenes de cercanías de la línea Murcia-Lorca-Águilas dejaron de circular hace un año por el cierre de las vías para la construcción de la plataforma del Corredor Mediterráneo.
Este viernes se cumple el primer aniversario del recorrido del último tren y el sábado hará un año de la sustitución de los convoyes por líneas de autocares de Renfe para conectar Águilas, Puerto Lumbreras, Lorca, Totana, Alhama, Librilla y Alcantarilla con Murcia.
La línea de cercanías C-2 era usada cada año por 1,2 millones de viajeros que ahora realizan sus desplazamientos en autobús o vehículos particulares, lo que ha multiplicado el tráfico por la autovía del Mediterráneo, A-7.
En el caso de Lorca las obras del Corredor se desarrollan en dos frentes y en el subtramo La Hoya-Lorca ya es visible la estructura de un viaducto de 14 metros de altura y 2,1 kilómetros de longitud sobre el que pasarán los trenes por la pedanía de Tercia.
También se avanza en desde junio el tramo Lorca-Pulpí, con un presupuesto de 207 millones de euros, con la retirada diaria de 500 metros lineales de las vías para la construcción de la nueva plataforma.
Entretanto, se espera que la redacción del proyecto para soterrar el ferrocarril bajo el casco urbano de la ciudad esté lista antes de fin de año, con el objetivo de que las obras salgan licitación antes de que acabe 2022 con un precio que superará los 120 millones de euros.
Adif Alta Velocidad (Adif AV) adjudicó en abril de 2021 por casi 1,3 millones de euros y un plazo de ejecución de 15 meses el contrato de consultoría y asistencia técnica para la redacción de los proyectos básico y de construcción de plataforma y estación para la integración del ferrocarril en el casco urbano de Lorca
Estos contratos definirán desde el punto de vista constructivo la solución de plataforma de vía doble de alta velocidad y la estación de Lorca Sutullena, que contempla el estudio Informativo de integración urbana y adaptación a altas prestaciones de la red ferroviaria de Lorca, que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA) hizo público en marzo del año pasado.
El ayuntamiento de Lorca tiene previsto que la actual plataforma de las vías, bajo la que pasarán los trenes cuando sean soterrados se convierta en “un gran eje verde de uso lúdico y deportivo” de 2,5 kilómetros que atraviese la ciudad de un extremo a otro
