Apoyar la modernización de los alojamientos turísticos de la Región de Murcia es el objetivo de la nueva línea de ayudas del Gobierno regional, por un importe de 1,3 M€, y de las que se podrán beneficiar entre una treintena y medio centenar de establecimientos, según las estimaciones del Instituto de Fomento, departamento responsable de estas subvenciones, cuya convocatoria se publicará este próximo mes de septiembre.
La medida, que supondrá la movilización de unos 6 M€ de inversión (contando con las inversiones que hagan los establecimientos), se dirige a pequeñas y medianas empresas, con el fin de reforzar la competitividad del sector mediante la incorporación de tecnologías de la información y la comunicación y domótica en los establecimientos, así como otras mejoras que aumenten la calidad de los alojamientos y les permita ganar competitividad para consolidar 2.000 empleos directos.
Además, se beneficiarán aquellas pymes que lleven a cabo actuaciones medioambientales y de ahorro en materia de energía y agua, así como de aislamiento térmico y acústico, con el fin de aportar un valor añadido respecto a la situación previa del establecimiento turístico.
La inversión a realizar deberá estar comprendida entre los 100.000 y los 600.000 euros, y la ayuda alcanzará el 15% del coste de la actuación, con un máximo de 180.000 euros por cada empresa que apueste por la mejora de su productividad empresarial mediante esta iniciativa regional.
No obstante, el porcentaje de la subvención podría llegar hasta el 30% de los costes elegibles, ya que las bases reguladoras publicadas en el Boletín Oficial de la Región de Murcia, establecen unas bonificaciones extra.
Así, los establecimientos del entorno del Mar Menor contarán con una bonificación adicional del 5%; otro 5% se logra si es una pequeña empresa (menos de 50 trabajadores y cuyo volumen de negocio anual o balance general anual no supere los 10 M€); y un 5% más si la inversión está destinada a incorporar soluciones tecnológicas (TIC) y domótica para mejorar la gestión del alojamiento turístico, o a la implantación de medidas medioambientales y de ahorro en materia de energía y agua y aislamiento térmico y acústico.
Las bases reguladoras establecen igualmente que, entre las mejoras para los establecimientos, también se puedan realizar obras civiles, siempre y cuando no superen el 50% del total del proyecto de inversión.
