Conozco personalmente a Teresa Ribero de una sola visita al Ministerio cuando era Secretaria de Estado de Cambio Climático y desde entonces la sigo en redes sociales así como por referencias de amigos que la conocen muy bien, sé que es una mujer decidida, con las ideas claras y que no se dejará influenciar por presiones económicas en contra de sus convicciones.
En esta breve legislatura tiene retos importantes por delante que espero afronte con decisión.
El primer reto es cambiar el "status quo" en materia de energía existente, que al mismo tiempo es una medida decisiva para la lucha contra el cambio climático, de forma que se de poder al autoconsumo y por tanto a los ciudadanos que quieran instalar energías renovables en sus viviendas sin tener que contribuir adicionalmente con un impuesto para sufragar los costes de un sistema eléctrico en los que no han tenido ni voz ni voto.
El segundo reto es impulsar la movilidad eléctrica como medida decisiva en la lucha contra el cambio climático. En otro artículo de opinión que escribí en este diario pronostiqué que en cinco años, quizás en siete, el vehículo eléctrico será una realidad en todos los concesionarios por delante en ventas a los vehículos convencionales. Sigo apostando por este hecho pero espero que Teresa Ribero de un empujón a mi predicción con alguna medida de apoyo a la industria automovilística, al impulso para que se instalen electrolineras en todo el territorio nacional y para que los precios de estos vehículos bajen aunque sea un 10 o 15%, suficiente para impulsar de forma decisiva a este sector emergente.
El tercer reto es el impulso de la Economía Circular con medidas de calado en materia de gestión de residuos en las ciudades, apoyando la ecoinnovación, la reutilización, la recuperación y la reparación, luchando contra la obsolescencia programada y prohibiendo los productos de plástico de un solo uso. Lo cierto es que esta Ministra tiene ya los objetivos marcados por la Unión Europea con un horizonte para el 2035 en el que debemos llegar a un porcentaje de reciclaje del 65%, una cifra que hoy nos parece inalcanzable pero que si es valiente y, por tanto, la Administración toma medidas adecuadas, se puede llegar a ellas sabiendo que en algunos casos esas medidas suponen la participación activa de la ciudadanía tanto en cambio de conductas y hábitos como en la necesidad de asumir los costos reales, a ser posible individualizados, de la gestión de residuos.
A nivel local hay un cuarto reto que es el dar un impulso a la recuperación del Mar Menor con medidas directas en el control de los vertidos con alta carga de nitratos que llegan a este mar interior. Si no hay un control y reducción de estos vertidos el Mar Menor nunca se recuperará, quizás con alguna medida puntual podría mejorar un poco para luego, cuando llegan los calores, volver a empeorar. Evidentemente lo que se haga en este sentido no se puede hacer a lo loco, debe ajustarse a un plan determinado que esté avalado técnicamente y científicamente.
Como es costumbre hay que dar un periodo de gracia de 100 días para ver como dirige sus políticas Teresa Ribero. Por mi parte me gustaría darle el apoyo que necesite en estos retos ambientales que tiene esperando que los afronte con decisión.
