El otro día uno de mis hijos se puso enfermo. Como padres responsables que somos 😇, preferimos no mandarlo al colegio. Pero claro, alguien tenía que quedarse en casa.
Y me quedé yo 🩺.
Si has vivido una situación similar, sabrás lo que esto supone:
- Un niño que necesita entretenerse
- Un entorno donde no estás acostumbrado a trabajar
- Y los mil y un incendios diarios de llevar tu propio negocio.
Siempre digo lo mismo: al final, en casa se curra más. Teniendo el ordenador a mano es fácil ponerte después de cenar a revisar algunos temas pendientes. Ya sea un lunes, un domingo o el cumpleaños del mediano.
Para mí, la flexibilidad en todos los sentidos siempre ha sido una cultura que me enseñaron en #Indra, donde me inculcaron la frase tan conocida allí: «si terminas a las cuatro, no calientes la silla, vete a casa».
No veo productivo el estar justificando la visita al médico en un tipo de perfil más senior. Sí, lógicamente, en un perfil medio o bajo, donde la responsabilidad disminuye, seguramente sí. Ahí la falta de control suele generar más “libertinaje”, sin duda.
De hecho en la administración, seguro que hay un agujero negro importante.
Y sí, a todos nos gusta vivir bien. A todos nos gusta ir con los niños al parque, salir a cenar con tu esposa o marido y tomar unas cervezas con los amigos.
Pero la cultura de la responsabilidad hace que, con tu ordenador en casa, al final curres más. Sin duda. Eso sí, la flexibilidad debe ser asumida por ambas partes.
Lo importante es tener el trabajo terminado, estableciendo un timing de entregas, reuniones, procesos… que encaje a ambas partes. El resto no es importante.
Ah, que se me olvidaba: el control horario por normativa es un lastre para la sociedad
Fichar sí, pero no por normativa, sino por organización, procesos y productividad
Porque ninguno estamos libres de que un día el niño se ponga malo. ¿Cómo lo hacéis en vuestra empresa?