El pasado noviembre, Pekín ya había anunciado que estaba adquiriendo más cerdo para sus reservas estratégicas, pero eso no ha evitado la caída de los precios. Desde hace varios meses, las autoridades locales han solicitado a los productores que vendan sus cerdos tan pronto estén criados, en lugar de almacenar la carne esperando un rebote de los precios.
Esta caída en los precios es la señal más reciente de que China aún no se ha alejado de la sombra de la deflación y de su débil crecimiento económico.
El índice de precios al consumidor del país cayó un 0,5% interanual en noviembre, según informó la NBS el sábado pasado, un dato peor de lo esperado que además supone la caída más significativa desde noviembre de 2020, siendo los precios de la carne de cerdo el principal factor que arrastra los precios al consumidor.
El año pasado, cuando China se preparaba para levantar las restricciones por la pandemia, se anticipaba una fuerte recuperación económica y una explosión de la demanda interna. Sin embargo, a día de hoy, con el sector inmobiliario tan debilitado y con elevadas deudas, la baja confianza del consumidor y la caída de la demanda externa, la economía del gigante asiático todavía no ha recuperado sus niveles de crecimiento y actividad económica anteriores a la pandemia.
El Ministerio de Agricultura de China, señaló durante la publicación de los datos la semana pasada que el consumo de cerdo durante el Festival de Primavera en febrero seguirá siendo débil, mientras que la producción seguirá aumentando sobre 1%, lo que deprimirá más los precios. Además, las importaciones ya están muy deterioradas y el pronóstico es que para final de 2023 China habrá importado la mitad de carne de cerdo que en 2020, según datos de la Administración General de Aduanas de China.
Esa caída en el IPC del 0,5% viene precedida de una caída del 0,2% en octubre. Los precios de los alimentos cayeron un 4,2% interanual en noviembre y un 4% en octubre. La disminución de los precios del cerdo, en particular, se amplió del 30,1% en octubre al 31,8% por ciento en noviembre a nivel interanual.
Los precios no alimentarios aumentaron un 0,4% interanual en noviembre, frente a un aumento del 0,7% en octubre. Además, los precios de la energía cayeron un 1,3% en noviembre después de un aumento del 1,2% en octubre.
Por otro lado, el índice de precios al productor de China, que mide los precios a nivel de fábrica, cayó un 3% interanual en noviembre, tras una caída del 2,6% en octubre.
Estos datos ponen de manifiesto la delicada situación de la economía china. Una potencial deflación invita a los ciudadanos chinos a posponer sus compras, deteriorando aún más los precios, la producción y las importaciones, lo que quizás puede llevar al gobierno a optar por estimular la economía.