El Defensor del Pueblo Europeo, European Ombudsman, es una institución creada en 1992 en el marco del Tratado de Maastricht con el fin de mejorar la protección de los ciudadanos en caso de mala administración en la acción de las instituciones, órganos y organismos de la Unión. El Defensor del Pueblo Europeo es elegido por el Parlamento Europeo para toda la legislatura, su mandato es renovable y desde 2013 la Oficina la dirige la irlandesa Emily O´Reilly.
Las principales áreas de trabajo del Defensor del Pueblo Europeo son la transparencia, la rendición de cuentas, las licitaciones y los derechos fundamentales e investiga diversos tipos de mala administración como por ejemplo, discriminación, abuso de poder, procedimientos incorrectos, etc.
Cabe señalar que en estos 25 años de funcionamiento la Oficina ha tramitado casi 60.000 reclamaciones. Además, en 2017 estableció el Premio a la Buena Administración para difundir buenas prácticas y acercar a los ciudadanos a la administración de la UE.
La Oficina del Defensor del Pueblo Europeo interviene tanto por iniciativa propia como sobre la base de las reclamaciones presentadas por los ciudadanos de la Unión o por cualquier persona física o jurídica que resida o tenga su domicilio social en un Estado miembro. Al ser un organismo imparcial, no recibe instrucciones de ningún Gobierno u organización, aunque sí ha de presentar ante el Parlamento Europeo un informe anual de actividades.
En función del tipo de problema, la actuación del Defensor del Pueblo Europeo consiste únicamente en informar a la institución de que se trate. En otras ocasiones la Oficina realiza un papel mediador para que se alcance una solución amistosa que ponga fin al problema. Hay casos en los que el Defensor del Pueblo puede dirigir recomendaciones a la institución responsable y si no se aceptan sus recomendaciones, puede presentar un informe especial al Parlamento Europeo para que tome las medidas oportunas. https://www.ombudsman.europa.eu/es/home
