Seguramente lo has visto en más de una ocasión por internet. El mundo de los créditos y los préstamos está repleto de opciones distintas que pueden ser útiles para diferentes tipos de consumidores y para diferentes contextos. Es posible encontrar más de una decena de préstamos diferentes, con fórmulas muy específicas para resolver situaciones muy concretas en lo referente al dinero.
Sin embargo, también es cierto que hay mucha desinformación al respecto, y eso al final acaba llevando a problemas. Problemas para abonar los importes totales, problemas para cumplir con los plazos, problemas para poder cerrar un producto que, en teoría, ha sido pensado para dar facilidades, no para complicar más las cosas. Problemas que, entre otras cosas, miran directamente a los préstamos dudosos y a los supuestos préstamos gratuitos que hay en la red.
El aplazamiento de préstamos se ha disparado este año y es, entre otras razones, por no tener en cuenta todas las cláusulas que van ligadas a estos productos, aunque también se debe, en muchas ocasiones, a que la situación económica de los clientes ha empeorado lo suficiente como para no poder seguir adelante con el abono de las cuotas en los tiempos indicados.
Lo cierto es que esto es algo que también tiene que ver con eso de los préstamos gratuitos que hay dentro y fuera de la red. Una fórmula que, a priori, suena demasiado bien para ser cierta, y la realidad es que tiene truco. El dinero no se regala, eso es algo que todo el mundo debe tener asumido. Pero entonces, ¿por qué se les llama préstamos gratuitos si no lo son? Porque en parte sí que lo son. Suena confuso, pero vamos a verlo con detenimiento.
Qué son los préstamos gratuitos realmente
Antes de avanzar, queremos destacar que vamos a abordar el punto exacto que define ese carácter gratuito de este tipo de producto. En el caso de querer profundizar más al respecto, recomendamos repasar el contenido que ofrece este enlace con toda la información sobre préstamos gratis online. Puede ser un buen complemento para entender la oferta real que hay en el mercado y las marcas que ofrecen este tipo de productos, amén de los capitales y plazos que se ponen a disposición del usuario en este ámbito.
Pero, volviendo a la pregunta clave, ¿qué es gratuito en un préstamo gratis por internet? Cuando se habla de gratis en este campo, se hace referencia a los intereses, a las comisiones y a los gastos de gestión. Nada más que eso. No. ni una entidada bancaria ni una financiera, por mucho que estén en internet, te van a dar ese dinero que has pedido sin tener que abonar cuotas. Obviamente, tienes que devolve ese capital, aunque sea a plazos y durante un largo periodo de tiempo.
Es cierto que la palabra "gratis" puede causar cierta confusión, aun así, los préstamos gratuitos siguen siendo un producto financiero de lo más interesante. Es más, son los que más solicitan los usuarios que piden préstamos online. Y es totalmente lógico, hablamos de un crédito o de un préstamo que no te pide pagar ni un solo recargo extra. Si has solicitado 300 euros, pagarás 300 euros de vuelta, ni un solo céntimo de más.
También hay que tener claro que esto no es algo demasiado extendido, de hecho, por lo general es una propuesta que responde a ofertas especiales ofrecidas por las correspondientes entidades. Asimismo, es algo que suele establecer unos límites diferentes tanto de dinero como de tiempo de devolución. Lo más habitual, y que cualquiera puede encontrar si busca productos así, son préstamos de 300 euros a devolver el 30 días sin ningún interés añadido.
Algo especialmente interesante, sobre todo si miramos la cara opuesta. Hay préstamos por internet que son de lo más flexibles tanto en cantidades como en plazos, pero, por otra parte, añaden unos intereses descomunales. Se han dado ya varios casos de clientes que han ido a los tribunales por toparse con cláusulas abusivas en préstamos. De hecho, hasta la justicia europea se ha pronunciado severamente al respecto.
Todo esto no hace más que reafirmar una realidad: a la hora de pedir un préstamo por internet, hay que andar con pies de plomo. Hay mucha oferta en internet, y también mucho marketing. Hay que saber diferencias las opciones de calidad frente al resto y, sobre todo, tener muy claro lo que pueden ofrecer realmente y los límites que existen en todo este entorno. Los milagros no se dan en el terreno financiero, al menos no en este ámbito.
A todo esto debemos añadir que un préstamo no tiene por qué ser siempre la mejor solución para cualquier complicación económica. Existen otras vías, y la más recomendable de todas ellas es el ahorro. Aunque, desafortunadamente, tampoco es algo a lo que se pueda recurrir siempre.