La digitalización que está viviendo la sociedad y, por ende, todas las actividades económicas que la configuran están provocando cambios en los hábitos y en las prácticas habituales. Y uno de los sectores que más está acusando esta revolución tecnológica es el de la inversión en mercados y el trading.
El motivo es que la aparición de internet ha permitido eliminar muchos de los intermediarios habituales que hasta hace unos años eran habituales para hacer este tipo de inversiones. Ahora, los ahorradores pueden hacer de forma completamente online este tipo de actividades económicas sin contar con la participación de una entidad financiera o un fondo de inversión, como normalmente era necesario.
Esto ha sido posible gracias a la aparición de plataformas de inversión o brokers online que permiten hacer inversiones por todo el mundo en diferentes productos financieros de forma directa. Por medio de este sistema, cualquier particular con unos ahorros puede empezar a invertir en mercados internacionales abriendo una cuenta en estas plataformas y estudiando las diferentes opciones que existen.
Este hecho ha propiciado que el número de particulares e inversores que hacen sus inversiones económicas de forma directa a través de estas plataformas se haya disparado en los últimos años. Menos intermediarios, más poder de decisión, más rapidez y menos comisiones son algunas de las ventajas que tiene utilizar estos sistemas digitales en la actualidad.
Sin embargo, hacer inversiones a través de estas plataformas también puede implicar una serie de riesgos. Según explican desde okbrokers.es, plataforma especializada en este sector, el principal riesgo que corren los inversores a la hora de utilizar estas plataformas está cuando se utilizan webs que no son de confianza.
En este sentido, los responsables de esta web siempre recomiendan operar a través de plataformas que sean conocidas y reconocidas, que cuenten con una buena reputación y que estén sometidas a controles y auditorías. Al respecto, recuerdan que las plataformas más recomendables son las que están reguladas por las autoridades competentes y tienen que cumplir una serie de auditorías en las que dan cuenta de su negocio y su evolución.
En caso contrario, los ahorradores corren serios riesgos y, en ocasiones, van a poder ser víctimas de una estafa. Y es que los datos de los últimos años también evidencian el continuo surgimiento de webs de brokers online falsas que dicen estar reguladas a pesar de ser falsas. Basan su funcionamiento en un modelo de negocio basado en la falsedad y que esconde tras una apariencia respetable el deseo de quedarse con el dinero de los inversores.
Estos casos son más que frecuentes en la actualidad y son miles los afectados que han presentado denuncias contra este tipo de plataformas que, sin embargo, pocas veces llegan a una resolución debido a que detrás de las webs hay poca o ninguna información. Seguirles el rastro es realmente complicado y los propietarios de este tipo de plataformas “desaparecen” quedándose con el dinero de los inversores.
Este paso es fundamental. El hecho de que esté regulado va a asegurar al inversor de que la plataforma tiene licencia para operar en los mercados financieros con capital ajeno. Algo clave en este tipo de actividades, ya que en caso de que no sea así lo mejor es salir corriendo porque es más que probable que se trate de una estafa.
Además, también es conveniente hacer una pequeña investigación sobre el broker online y averiguar si tiene una política de gestión de conflicto de intereses o un modo de resolver cualquier incidente para que no queden en una serie de decisiones arbitrarias.
Los riesgos propios de la actividad
En este contexto, lo aconsejable siempre es acudir a plataformas de confianza y operadores que estén regulados y cumplan con la normativa de cada país o, en el caso de Europa, de la Unión Europea. Este es el primer requisito que el inversor debe comprobar antes de dejar sus datos y depositar su dinero en una plataforma. En este paso, además, es conveniente firmar un contrato en lugar de limitarse a aceptar los términos y condiciones que aparecen en las webs.
En caso contrario aumentará los riesgos que toda actividad económica de inversión tiene. Sobre todo cuando, según diferentes estudios, las plataformas no reguladas tratan de seducir a sus clientes a la hora de hacer inversiones de complejo funcionamiento y que, en la mayoría de las ocasiones, son desconocidas por los ahorradores.