La Liga Santander (así se conoce este año a nuestra 1ª División) se acerca al tramo definitivo. Ya son únicamente diez las jornadas restantes para casi todos los equipos de la competición. Y decimos casi todos, porque como probablemente ya conozcan, todavía queda por disputarse un partido aplazado en el Estadio de Balaídos, en Vigo, que ha de enfrentar a los locales, el Celta, con el virtual líder de la Liga en estos momentos, el Real Madrid. Únicamente estos dos conjuntos tienen once choques por delante en el horizonte. El temporal que afectó a la ciudad viguesa dejó pendiente dicha cita. Así, tras las victorias de los dos grandes favoritos, la clasificación de la Liga sigue intacta una jornada más.
Pero esta jornada 28 no ha destacado exclusivamente por las victorias de Madrid y Barça, ya que el domingo después de comer, Atlético de Madrid y Sevilla se citaban en el Vicente Calderón, para pelear tres puntos fundamentales en la persecución de una tercera plaza que, sigue perteneciendo a los de Nervión, aunque solo sea por dos puntos de margen.
Esta brecha se ha estrechado de sobremanera por la buena labor reciente de un Atleti que, por si fuera poco, ayer trituró a su rival, dando un golpe de autoridad (3-1). El Sevilla, parece estar pagando el duro revés continental de su eliminación contra el Leicester en Octavos de Final de la Champions, y cosechó un nuevo tropiezo liguero.
Los pupilos del Cholo sabían de la importancia de la contienda, y dominaron el partido de punta a punta. El primer gol llegó de la cabeza de Godín, incombustible alma rojiblanca.
Ya en la segunda parte, Griezmann anotaría el gol de la jornada, tras un soberbio lanzamiento de falta directa, que superó la barrera, y entró en la meta de Sergio Rico tras besar la escuadra. Aun quedaría tiempo para que Koke en el 77 sentenciara, y para que posteriormente, Correa marcara el gol de la honra para los suyos.
Un par de horas después de la vibrante cita del Calderón, El Barcelona cosechó un nuevo triunfo frente al Valencia.
El resultado definitivo fue 4 a 2, pero realmente, el partido “se acabó” con la tempranera expulsión de Mangala antes del descanso, tras cometer penalti sobre Luis Suárez, cuando era el último defensa visitante. Fue el propio francés quien adelantó al Valencia, pero poco después Suárez empató. Tras la señalización de la pena máxima, Messi marcó el 2 a 1. Para sorpresa de muchos, Munir empató antes del descanso, pero sería un espejismo.
El Barça se valió de su superioridad numérica para madurar a un combativo rival, y los goles de Messi de nuevo, y de André Gomes, ya en la recta final y tras gran jugada de Neymar, acabaron con la resistencia ché.
Los culés siguen en la persecución de un Madrid que tuvo que esforzarse y de lo lindo para sacar su partido en San Mamés. Los goles de Karim Benzema y Casemiro resultaron definitivos ante un rival voluntarioso, que consiguió empatar en la segunda parte mediante un tanto que llevó el sello de su emblema, Aritz Aduriz.
Como otras tantas veces este año, el Madrid tuvo que esperar al último segundo para respirar tranquilo.
Aun queda todo por decidir…