El precio de la vivienda, tanto nueva como usada, se incrementó casi un 5% (4,9%) en septiembre con respecto al mismo mes de 2022, un aumento que rozó el 9% (8,9%) en las islas, según los datos difundidos este lunes por la tasadora Tinsa.
Frente a este aumento interanual, el precio de la vivienda se encareció ligeramente, un 0,1%, frente al mes anterior (agosto) en un contexto marcado por las sucesivas subidas de tipos de interés, el consecuente encarecimiento de la financiación y una demanda de vivienda que en determinadas localizaciones sigue siendo muy superior a la oferta y está tensionando al alza los precios.
De hecho, Tinsa apunta que la demanda residencial se reduce más lentamente en el segmento de extranjeros residentes, lo que se extiende de lleno al territorio insular y a algunas zonas de la costa mediterránea, en donde las compraventas de extranjeros han tenido mayor peso durante la primera mitad del año.
Además de la subida en las islas, que sigue en tendencia ascendente, los precios crecieron un 5,9% en las áreas metropolitanas; un 4,8% en la costa mediterránea; un 4,6% en las capitales y grandes ciudades y un 2,1% en el resto de municipios.
Según explica Tinsa, todos los grupos analizados mostraron en septiembre una tendencia de desaceleración en términos interanuales, a excepción de los territorios insulares, que siguen mostrando dinamismo en la evolución de precios.
Por su parte, si se compara con agosto, las islas siguen encabezando las subidas de los precios de la vivienda con un 2,3% de aumento.
A continuación se sitúa la costa mediterránea y resto de municipios (0,2%, respectivamente).
En las áreas metropolitanas el precio se mantuvo sin cambios y en las capitales y grandes ciudades se abarató un 0,2% en tasa intermensual.
En este contexto, Tinsa apunta que la reducción de la demanda residencial se está produciendo de forma gradual ya que el impacto de la inflación sobre los ahorros de los hogares y el de la subida de los tipos de interés está moderando las compraventas residenciales mayormente por la menor concesión de hipotecas, aunque la vivienda continúa canalizando ahorros.
Gracias al sostenimiento de las tasas de empleo se está manteniendo la solvencia de los hogares, que irán recuperando su poder adquisitivo lentamente a medida que se modere la inflación, apunta la tasadora.