El Consejo General de Economistas (CGE) ha elevado cinco décimas su previsión de inflación media para 2023, hasta el 3,5%, mientras que mantiene el crecimiento en el 2,3%, un dato "optimista" que podría variar a la baja ya que este segundo semestre se espera "muy complejo" y "tiene muchas sombras".
Así lo ha indicado el presidente de la Comisión Financiera del CGE, Antonio Pedraza, durante la presentación del 'Observatorio Financiero y Claves Económicas', en el que se prevé que la tasa de paro para el año en curso se sitúe en el 11,8%; el déficit público, entre el 3,8% y el 4%; y la deuda pública, en el 110,5% del PIB.
El aumento del IPC se debe a la subida del precio del petróleo, del que la economía española es muy dependiente, y al fortalecimiento del dólar frente al euro, ya que encarece las importaciones de crudo, mientras que la clave del crecimiento está en el consumo de los hogares frente a las "señales de debilidad" del sector exterior y de la inversión en bienes de equipo.
Pedraza ha detallado que la previsión de crecimiento es "positiva" teniendo en cuenta la situación de los países del entorno, aunque podría revisarse a la baja en los próximos meses teniendo en cuenta que estamos en un semestre "muy complejo" y "con muchas sombras".
De hecho, se estima un crecimiento en el tercer trimestre del año que no llegue al 0,3% y cercano a cero en el cuarto trimestre, que en principio no entraría en terreno negativo, como sí va a ocurrir en otros países europeos.
El presidente del CGE, Valentín Pich, ha insistido en que "todo apunta a que la economía española tendrá este año un mayor crecimiento que el de nuestros homólogos europeos", pero "no tiene ni la intensidad ni el vigor que debería" y por ello es "muy necesaria" la estabilización política e institucional.
Uno de los aspectos más positivos de la economía es "la fortaleza que está mostrando el empleo durante el año" y que "está contribuyendo de forma positiva a la demanda interna", ha explicado el responsable del estudio Salustiano Velo, quien ha destacado la importancia del consumo de los hogares en la marcha de la economía.
Así, la población asalariada temporal se ha reducido de forma "importante" en el último año y ha aumentado más de un 5% el salario por ocupado, mientras que la creación de empleo ha estado acompañada de un aumento de la productividad por hora trabajada, incide el boletín de los economistas.
El director del Servicio de Estudios del CGE, Salvador Marín, ha concluido que la economía española terminará 2023 con el crecimiento indicado, pero el 2024 "tendrá un crecimiento mucho menos vigoroso" y todo apunta a "cierta desaceleración", por lo que se debería "influir en las palancas de crecimiento" y fomentar "el acceso al crédito de las empresas, que se está restringiendo bastante".