La vivienda vacacional se ha encarecido un 6,3% en los últimos 12 meses hasta los 2.550 euros/m2, un nivel que está un 35% por encima del valor medio de la vivienda de primera residencia en las zonas de costa, según un estudio realizado por la tasadora Tinsa.
El documento combina referencias de valor €/m2 de vivienda en 250 municipios de la costa española procedente de la actividad de tasación de Tinsa con los resultados de una encuesta a los técnicos que trabajan habitualmente esas zonas.
Según las tasaciones de Tinsa, en el conjunto de municipios de costa, considerando tanto primera como segunda residencia, el precio de la vivienda se incrementó un 4,1% en el primer trimestre del año en tasa interanual hasta los 1.591 €/m2, porcentaje superior al alza del 3,5% observado durante el mismo periodo de 2022.
En la costa Atlántica creció un 4,7%, al igual que en las islas, mientras que en la costa Mediterránea lo hizo un 3,9%.
En algunos puntos concretos en las islas, Valencia y Alicante se detecta un cierto sobrecalentamiento de demanda.
En los mercados de costa (1ª y 2ª residencia) las mayores variaciones interanuales del precio se localizan en el litoral de la provincia de Málaga (7%), Granada (6,8%), Guipúzcoa (6,2%) y Baleares (5,8%).
En el segmento de segunda residencia el valor medio en la costa española es de 2.550 euros/m2 en el primer trimestre, un 6,3% más que en el mismo periodo de 2022. Ese valor medio en segunda residencia se sitúa de media un 35% por encima del de la vivienda de primera residencia en la zona de costa.
El valor medio en segunda residencia alcanzaría los 6.000 euros/m2 en Islas Baleares. A continuación, está Málaga (3.400 euros/m2); Guipúzcoa (3.300); Santa Cruz de Tenerife (2.900) y Gerona y Vizcaya, ambas en torno a los 2.800 euros/m2.
En el caso del alquiler, en el primer trimestre de 2023 el precio del alquiler vacacional aumentó un 11% interanual, según el INE.
La oferta de viviendas destinadas al alquiler turístico se estima en más de 305.100 unidades en todo el territorio nacional y la demanda de vivienda en alquiler vacacional es 40% nacional y 60% extranjera (el 80% de ella de origen europeo).
Según Tinsa los precios de la vivienda vacacional en costa continúan mostrando una tendencia alcista que contrasta con la tendencia a la estabilización de precios que se observa desde finales de 2022 en el mercado residencial general. Ello se debe a que el comprador de segunda residencia tiene mayor poder adquisitivo y se ve menos afectado por el encarecimiento de la financiación.