La Sareb, la sociedad creada en 2012 para dar salida a los activos problemáticos de la banca rescatada, perdió 1.626 M€ en 2021, un 51,5% más que hace un año, pero logró reducir su deuda, que cuenta como pública, en más de 1.250 M€, ha informado este viernes.
A pesar de la recuperación del mercado inmobiliario en los últimos años, dos tercios de la cartera de Sareb tienen minusvalías contables, pues su valor actual está lejos del precio que pagó por ellos en 2012. Eso hace que cuando la compañía aumenta sus ventas, al mismo tiempo incrementa sus pérdidas.
El propio equipo gestor, encabezado por su presidente, Javier García del Río, es partidario de acelerar la venta de activos tóxicos, aunque esto implique aumentar las pérdidas, con el objetivo de generar caja y seguir reduciendo el impacto de la deuda de la compañía en el volumen de deuda pública. En 2021 la sociedad alcanzó un récord histórico de venta de inmuebles, con más de 23.260 unidades comercializadas, "principalmente a familias y empresas", y los ingresos crecieron hasta los 2.184 M€ en 2021.
Un total de 1.499 millones de ese volumen de ingresos procedía de la gestión y venta de inmuebles, un 77% más que en 2020; el negocio de préstamos generó 657 millones, un 16% más; y los 28 millones restantes vinieron de otros ingresos.
Por otro lado, los gastos operativos crecieron un 14%, hasta 688 millones por los mayores costes de comercialización, consecuencia del aumento de las ventas, y por la puesta a punto de inmuebles en mal estado embargados a promotores para venderlos a particulares.
Los gastos relacionados con la estructura y funcionamiento de la compañía, sin embargo, descendieron un 7,5%, fruto del plan de eficiencia puesto en marcha desde 2020 y que ha supuesto reducir un 33% el comité de dirección y en un 16% la estructura de directores.
De esta forma, el margen bruto operativo arrojó un resultado negativo de 434 millones y las pérdidas netas de la sociedad se elevaron a 1.626 millones, unos números rojos que no tienen impacto en la viabilidad de la compañía, que desde 2020 está exenta de la obligación de contar con recursos propios para operar con normalidad.
REDUCCIÓN DE LA DEUDA PÚBLICA
Gracias a los ingresos obtenidos durante 2021, la Sareb, que en los próximos días pasará a estar controlada por el Estado, pudo cancelar más de 1.250 M€ de deuda con aval público, con lo que el saldo vivo se sitúa en los 33.664 M€. En sus nueve años de vida, la Sareb ha reducido el aval de Estado en 17.100 M€, el 34%.
Pero además, según han informado fuentes próximas a su consejo, la compañía cuenta con más de 3.500 M€ de tesorería que podría destinar a reducir aun más la deuda pública porque no necesita esa liquidez para hacer frente a su plan de negocio.
VIVIENDAS SOCIALES
La Sareb ha destacado también que en 2021 ha seguido potenciando, en su estrategia de responsabilidad corporativa, actuaciones en materia de vivienda social mediante la firma de un protocolo para ampliar su parque social hasta 15.000 unidades.
En nueve años, la compañía ha cedido más de 3.200 viviendas a entidades locales y autonómicas, ha vendido alrededor de 350 inmuebles a administraciones públicas para poner en marcha o ampliar sus parques sociales y, adicionalmente, gestiona de forma directa otros 1.115 inmuebles en alquiler social.