La actividad del sector industrial español se contrajo en mayo por segundo mes consecutivo ante la caída de los nuevos pedidos, lo que dejó las perspectivas de futuro en su nivel más bajo del último medio año, según S&P.
El avance del índice PMI de actividad del sector manufacturero español de HCOB, elaborado por S&P Global -que ahora integra a IHS Markit- publicado este jueves se situó en 48,4 puntos, por debajo de los 49 puntos de abril y del umbral de 50 puntos que separa el crecimiento de la contracción.
Detrás de esta caída de la actividad está la debilidad de la demanda y, en particular, el descenso de los nuevos pedidos -incluidos los procedentes del exterior-, lo que llevó a las empresas a reducir su producción.
A su vez, la debilidad de la actividad conllevó una nueva reducción de las compras, lo que elevó la disponibilidad de materiales en los almacenes de los proveedores y la reducción tanto de los plazos de entrega como de los precios de los aprovisionamientos.
Esta rebaja de los costes, en especial de energía y materias primas, permitió la mayor disminución de los precios de venta desde agosto de 2020.
A pesar de esta situación, el empleo continuó creciendo en mayo y los empresarios se mostraron optimistas de cara al futuro, aunque este grado de confianza cayó al nivel más bajo desde noviembre de 2022.