miércoles. 27.11.2024

El último Boletín de Coyuntura Económica de CROEM pone el acento en algunas de las carencias de la economía regional y, sobre todo, reclama al nuevo Gobierno un Plan Estratégico encomendado a paliar las carencias endémicas de nuestra comunidad en materia de infraestructuras, agua y turismo, sectores llamados a ser los motores de la economía regional.

 

La economía de la Región de Murcia cerró 2018 con un crecimiento positivo, pero notablemente desacelerado respecto al que se venía registrando desde el inicio de la recuperación. Sin embargo, en el primer semestre de 2019 se produce un nuevo viraje de la situación, pues la economía gana tracción gracias al empuje de la actividad

terciaria.

 

Desde 2014, Murcia ha entrado en una fase alcista del ciclo económico y es capaz de mantener tasas de crecimiento positivas con cierta regularidad, más o menos acentuadas. El segundo, la sustancial variabilidad de ese patrón de crecimiento, toda vez que resulta muy sensible a factores externos al mismo, ya sean de carácter

regional, nacional o internacional. Estas alteraciones tienen efectos importantes sobre la actividad empresarial y el mercado laboral, y repercuten negativamente sobre los deseables valores de estabilidad. A medio plazo, tal circunstancia podría devenir en una realidad social poco cohesionada y sostenible.

 

En consecuencia, convendría definir las medidas de política económica que, desde el ámbito regional, se consideren básicas. Junto a ello debe ser prioritario poner en marcha las comisiones de seguimiento de las leyes de simplificación administrativa y aceleración económica para evaluar el impacto de su aplicación y corregir y mejorar lo necesario; y de esta manera poder, en su caso, avanzar y profundizar en la elaboración de nuevas normas que continúen el camino emprendido y seguir haciendo así de la región un polo de atracción de inversiones, tanto del empresario murciano como de capital que venga de fuera.

 

En cambio, en el futuro inmediato bien valdría, como señala la Memoria Anual del Consejo Económico y Social, volver la mirada hacia la aprobación, en consenso con empresarios, resto de agentes sociales y organizaciones y expertos sectoriales, de un Plan Industrial dotado con los recursos financieros necesarios para que sea eficaz, defina las actividades preferentes y diseñe un adecuado sistema de seguimiento en el que participen quienes hayan colaborado en su realización, como es el caso de CROEM.

 

En efecto, son los modelos económicos basados en la actividad manufacturera los que han mostrado mayor resiliencia a los riesgos durante las épocas de crisis, favoreciendo de este modo un crecimiento más sostenido y perdurable. De hecho, un plan como el señalado podría ser una avanzadilla hacia un proyecto más ambicioso que debería pasar por la elaboración, a lo largo de 2020, de una nueva Planificación Estratégica de Desarrollo que aborde el periodo 2021-2027.

 

Alertamos de las dificultades que se nos pueden presentar y que preocupan mucho al sector empresarial, como son las políticas proteccionistas que pretenden implantar ciertos países (EEUU) y, sobre todo, un Brexit duro que afectaría a sectores estratégicos de la Región como el agroalimentario, el exportador y el turístico.

 

Es necesario por último equilibrar cuestiones de vital importancia para el crecimiento, como la productividad, de cuya media nacional estamos tan lejos ahora mismo. Los comentados deben ser objetivos absolutamente prioritarios y alcanzables desde la unidad, el consenso y el trabajo conjunto. Por ello, la confederación pide a Gobierno regional, oposición y resto de partidos políticos que trabajen juntos en la consecución de dichos objetivos y cuenten con la aportación de CROEM como organización de referencia en el ámbito social y económico de la Región de Murcia.

CROEM reclama al nuevo Gobierno un Plan Estratégico para la Región