Palo de la CROEM al Gobierno estatal. La patronal regional ha emitido un durísimo informe sobre los Presupuestos Generales del Estado y las inversiones previstas para la Región. "Escasas, con notables retrasos y alejadas de las necesidades económicas y sociales". Así califica las inversiones previstas en la Región de Murcia por el Proyecto de Presupuestos Generales del Estado 2017 la CROEM.
"Es cierto que las cuentas del Estado nacen condicionadas por la necesidad de realizar ajustes adicionales para cumplir con el objetivo de déficit comprometido con las autoridades europeas, y ello se deja notar tanto por el lado de los ingresos –con una importante y a la vez desafortunada revisión al alza de la fiscalidad empresarialcomo por el de la inversión pública", asegura la Patronal.
"Pero esta graduación inversora -continúa- no se distribuye por igual en toda la geografía nacional, siendo de nuevo la Región de Murcia un de las más perjudicadas, dado que en 2017 recibirá inversiones por valor de 272,6 millones. Esta cifra supone una intensa caída respecto al año anterior (-18,5%) para cerrar el menor nivel inversor de al menos la última década. Para contextualizar mejor, véase que supone prácticamente la mitad de la de 2011 (526 millones) y la tercera parte de la de 2010 (732).
Esta situación se ve agravada por el hecho de que muchas de las inversiones previstas para 2017 se corresponden en realidad a partidas presupuestadas pero no realizadas en años anteriores: desde 2006 las empresas públicas estatales han invertido en Murcia solo 2.538 millones de los 4.410 presupuestados. O, lo que es lo mismo, por el camino se han quedado “en el aire” nada menos que 1.871 millones (el 42% de lo presupuestado).
Así pues, no extraña que la mayor parte de la inversión para este año la absorba el ferrocarril, sobre todo en lo que respecta a la llegada de la Alta Velocidad a la capital regional, un proyecto que si se hubiese respetado la programación original, debería haber estado finalizado al mismo tiempo que el de la ciudad de Valencia. Pero no ha sido así, de manera que en 2017 se destinan 127 millones (el 47% del total) a actuaciones ferroviarias. De ellos, 105 van a parar a la Línea de Alta Velocidad del Levante, si bien se desconoce si serán suficientes para que pueda circular ese año por Murcia (aunque sea con plataforma provisional). Peores noticias provienen de las respectivas extensiones a Lorca y Cartagena, y del Corredor Mediterráneo de Mercancías, que por la información contenida en los Presupuestos no serán una realidad para la Región de Murcia en esta década.
Situación no muy distinta presentan los principales proyectos viarios de competencia estatal, de los que solamente el tramo Jumilla-Yecla de la autovía del Altiplano estará operativo en un futuro próximo (2018). Los restantes sufren nuevas demoras –que se hacen particularmente evidentes en la autovía del Reguerón y la Zeneta-Santomera- o directamente quedan excluidos de los Presupuestos –como ocurre con los arcos norte y noroeste de Murcia, o la construcción de un tercer carril en varios tramos de autovías con alta densidad de tráfico-.
Por su parte, las actuaciones en materia hídrica quedan reducidas a una mínima parte de lo que representaron en el pasado, sin proyectos que tomen el relevo a las desalinizadoras (que son incapaces todavía de funcionar a pleno rendimiento) y con graves retrasos en la ejecución de las medidas relacionadas con el decreto de sequía. En cambio, sí aumentan las inversiones portuarias, aunque el comienzo de las obras del principal proyecto estratégico, El Gorguel, no estaría previsto, en el mejor de los casos, para antes de 2019.
En el lado positivo destacan los avances en la regeneración de la bahía de Portmán y en la variante ferroviaria de Camarillas (sin desdoblamiento de vías, eso sí), esfuerzos encomiables pero que resultan a todas luces insuficientes para valorar positivamente unos Presupuestos del Estado que provocan un hondo malestar desde el punto de vista empresarial. "Ojalá en el trámite parlamentario previo a su aprobación se puedan corregir las deficiencias detectadas", apostilla la CROEM.
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