La Cámara de Comercio de Murcia considera que, tras los resultados del proceso electoral vivido el domingo, los grupos políticos con representacion parlamentaria, por encima de cualquier consideración estratégica, personal o de partido, deben avanzar en generar un marco institucional que acabe con la inestabilidad que ha marcado la última legislatura y que no favorece la iniciativa empresarial.
Los empresarios recuerdan que la estabilidad institucional y política genera confianza, un factor imprescindible para consolidar la senda de recuperación económica y de creación de empleo “que ya hemos iniciado y que se debilita con los vaivenes políticos de gobiernos permanentemente necesitados de apoyos externos”. Los resultados de estas elecciones, en los que se destaca la alta participación, confirman que “la falta de mayorías absolutas resultante de la aparición de nuevos partidos sigue haciendo necesaria la búsqueda de pactos por parte de la opción mayoritaria que han votado los españoles, pero también se confirma que estos acuerdos deben tener lugar dentro del marco de la Constitución Española, que es el que nos ha dotado de la estabilidad necesaria para avanzar durante más de cuatro décadas en el bienestar social y económico del conjunto de España”.
La Cámara de Comercio recuerda que el centro de las iniciativas y actuaciones de la política económica de próximo gobierno debe ser el tejido empresarial, especialmente las pymes. Para ello, debe impulsar la mejora de su competitividad en un mundo global, a través de políticas reales que fomenten la innovación y la digitalización en el seno de las empresas, que impulsen la internacionalización de las mismas, así como medidas eficaces que consigan una formación actualizada y permanente de los trabajadores y directivos.
Por lo que respecta a la Región, también se recuerda que “tenemos importantes temas pendientes que van a determinar nuestro futuro, como son la mejora del sistema de financiación; la búsqueda de una solución definitiva y sostenible para el problema de la falta de agua; o las inversiones necesarias para superar las deficiencias que seguimos padeciendo, sobre todo en materia de infraestructuras de comunicaciones, como la llegada de la Alta Velocidad o el impulso al Corredor Mediterráneo”.
