“La Ley del Mar Menor está llevando a la ruina miles de pequeños agricultores”. Así lo explica Aurelio Samper, agricultor en el Campo de Cartagena desde 1994, que lleva 18 años practicando agricultura ecológica. “Han criminalizado al sector agrario como responsables de un problema generalizado”, alega.
El agricultor apunta a múltiples causas como responsables de la situación del Mar Menor, como la red de saneamiento de los ayuntamientos cerca de la laguna, “porque no son modernas y ciertas aguas fecales van a esa laguna” y toda una serie de obras para sanear el acuífero por parte del gobierno, que lleva años sin ejecutar.
“Hay un refrán muy propio para esto, entre todos lo mataron y él solo se murió; lo que pasa es que hay muchos intereses en utilizar al sector agrario como único responsable de la situación de la laguna, porque el resto de los factores dependen de las administraciones públicas. Hemos sido el chivo expiatorio”, señala.
Aurelio recuerda el compromiso del campo con el entorno. “Los agricultores hemos sido consecuentes con todo y no es justo que trasladen a la ciudadanía que el agricultor es un criminal, contaminador del Mar Menor,”, lamenta. “Hay que trasladar a la opinión pública que nosotros no somos unos criminales y que el Mar Menor tiene solución siempre que exista una voluntad real por parte de las personas que están por encima nuestro”, añade.
En ese sentido, cree que la politización del Mar Menor “condenará a miles de familias a la pobreza”. Denuncia que las decisiones políticas están llevando a la paulatina desaparición de la agricultura del Campo de Cartagena, condenando a muchas familias y cooperativas a la miseria. “Yo tengo cuatro trabajadores, mi familia también vive de esto, pero además muchos sectores que van de la mano de la agricultura desaparecerán”, opina.
LEY DEL MAR MENOR: "A COSTE DEL AGRICULTOR"
Aurelio se muestra muy crítico con la Ley del Mar Menor por los “gastos adicionales que corren a riñón del agricultor”. “La ley no contempla ni garantiza ningún tipo de subvención”, explica.
Al mismo tiempo advierte que muchos agricultores no podrán hacer frente a las infraestructuras que obliga la ley y les expropiarán sus tierras sin nada a cambio, algo contrario a la propia Constitución y que se ha recurrido a la justicia. “A 500 metros del Mar Menor muchos agricultores han tenido que dejar de cultivar porque la ley así lo prohíbe”, lamenta. “Todo esto se ha llevado a cabo sin estudios de impacto ni técnicos que justifiquen la decisión, en contra de lo que planteaba la Fundación Ingenio”, revela.
MÁS AYUDAS Y PLAZOS
En esa línea, Fundación Ingenio analiza los efectos que tendrá dicha Ley en la región y pide profundizar más detalladamente los errores de la ley, así como ampliar el debate y ofrecer todos los puntos de vista para enriquecer el conocimiento y las posibles soluciones.
“Desde el gobierno central se acaba de aprobar un recorte del trasvase al mismo tiempo que desde la Región de Murcia se aprueba una Ley con unos efectos letales para el sector agrario”, señala Natalia Corbalán, directora de la Fundación Ingenio".
“Hemos presentado soluciones técnicas encargadas a expertos internacionales, hemos reclamado que el Ministerio lleve a cabo las infraestructuras aprobadas en el Plan Vertido Cero, que acabarían con el problema del Mar Menor, pero lamentablemente se ha hecho caso omiso por parte de las administraciones. A este paso, si nadie lo remedia, acabarán con la agricultura y la riqueza de la región en unos años”, lamenta Corbalán.
Por eso, señala Aurelio que al menos “debería haber ayudas y plazos”, sugiere. “Hay vecinos de 60 años, con infraestructuras obsoletas, que no son capaces de acometer las obras necesarias porque tienen que tirar parte del invernadero para poder hacer frente a las infraestructuras”, indica.
También critica que los pozos se han anulado, “a pesar de ser legales”. “Además se ha demostrado que los pozos sería una buena medida para eliminar de las capas freáticas los nitratos”, añade. “Algo que respaldan científicos en hidrogeología del Instituto Geológico Minero de España (IGME) como José Luis Aróstegui”, aporta la directora de Fundación Ingenio.
INCERTIDUMBRE Y MALESTAR
El agricultor también lamenta el ambiente de malestar que se ha generado con la agricultura en Murcia. “Nunca ha habido un enfrentamiento entre sectores con agricultores, no creo que sea justo cuando el sector agrario siempre ha estado en su sitio”, revela. Aurelio considera que la convivencia entre agricultura y Mar Menor es “posible y necesaria”.
“Aquí se ha creado un desasosiego”, critica. Samper considera que desde la propia administración se ha propiciado un enfrentamiento que ha generado que la opinión pública piense que “el agricultor es poco más que el responsable criminal de que la laguna esté así”, denuncia.
Con respecto al Mar Menor, rememora sus recuerdos de infancia cuando se iba a bañar a un mar limpio, tranquilo y sin peligro. “También es nuestro Mar Menor: los agricultores somos los primeros en defender el medio ambiente y por supuesto el Mar Menor”. “Llevamos años haciendo agricultura ecológica y aprovechando hasta la última gota de agua”, explica.
Por ello pide actuar de “forma sosegada, calmada y consensuada”. “Tengo la esperanza de que mis hijos continúen en este mundo”, finaliza.