La octava edición del Food Brokerage Event, el mayor evento de transferencia tecnológica de la Región, generó un total de 738 entrevistas y encuentros bilaterales entre los más de 550 participantes de 400 empresas, centros de investigación y universidades procedentes de 17 países de todo el mundo. El encuentro, organizado por la Consejería de Empleo, Universidades y Empresa a través del Instituto de Fomento, permitió además generar un catálogo con 425 perfiles tecnológicos y que los participantes conociesen las últimas innovaciones y novedades en el sector de la tecnología alimentaria.
El director del Info, Joaquín Gómez, destacó el peso específico de este sector estratégico para la Región y en el que las empresas murcianas ocupan puestos de liderazgo gracias a su apuesta por la tecnología y la innovación.
“La Región se encuentra a la vanguardia de la I+D aplicada a la tecnología y biotecnología agroalimentarias. Este sector ha sabido evolucionar y modernizarse mediante una apuesta decidida por la investigación, con el desarrollo de nuevos cultivos y variedades más eficientes y resistentes, así como sistemas de seguridad alimentaria, a lo que se suma un elevado grado de tecnificación que ha culminado en los últimos años con la integración de las tecnologías 4.0, como la implantación de sistemas de automatización y robotización en los procesos de producción o el desarrollo de envases activos e inteligentes”, señaló Joaquín Gómez.
ÁMBITO INTERNACIONAL. En este sentido, el director de la agencia de desarrollo regional recordó que este evento, una de las jornadas de transferencia de tecnología más relevantes en el ámbito internacional, resulta crucial para avanzar en un modelo de economía del conocimiento basado en un crecimiento económico inteligente, sostenible e integrador generado a partir de la investigación, la innovación y el desarrollo tecnológico.
“Es fundamental, para seguir avanzando en el modelo de economía del conocimiento en la Región, que seamos capaces de hacer llegar las innovaciones y desarrollos tecnológicos del ámbito académico e investigador al mundo de la empresas”, apuntó.
Estos procesos de transferencia tecnológica, añadió, “son altamente beneficiosos para todas las partes implicadas, ya que las empresas, por un lado, tienen acceso a nuevas tecnologías e innovaciones que, aplicadas a sus procesos productivos, les permiten reducir costes y mejorar su competitividad, mientras que las universidades y centros de investigación obtienen un impacto socioeconómico directo y, por tanto, abren la puerta a la posibilidad de acceder a nuevas vías de financiación para seguir desarrollando su labor”.
BALANCE. En concreto, las tres últimas ediciones de esta iniciativa, que se celebra cada dos años, han generado más de 150 proyectos de colaboración en el ámbito de la tecnología alimentaria entre empresas, universidades y centros, organismos e institutos de investigación.
La labor del Info, además, incluye un seguimiento de estos proyectos de colaboración, con visitas a las empresas y entrevistas personalizadas para acompañar en las negociaciones y ofrecer los distintos servicios de la agencia de desarrollo regional, como el asesoramiento para la búsqueda de financiación de los proyectos, la revisión de los acuerdos de cooperación o la intermediación de un promotor de negocio.
De forma paralela a estas jornadas, enmarcadas en la Red Empresa Europa de la Comisión Europea, se celebró el VIII Simposium Internacional sobre Tecnología Alimentaria, un encuentro en el que se desarrollaron conferencias, presentación y ponencias gracias a las que los participantes pudieron conocer las últimas novedades y tendencias de un sector que representa el 30 por ciento de la producción industrial regional y que da empleo a más de 18.000 personas.